MILAGROSA DEVOCIÓN VASCA: SANTA MARÍA DE ARANZAZU, País Vasco, España (9 de septiembre)
Corría el año 1469 cuando el joven pastor Rodrigo de Baltzátegui recorría las estribaciones de la montaña de Aloña.
Próxima a la villa de Oñate en las tierras de Guipúzcoa.
Procurando reunir sus ovejas.
Cuando encontró entre los espinos de un valle a la imagen de Nuestra Señora de Aranzazu.
La que “arranca las espinas y el pecado de nuestras vidas y nos da el gozo de la gracia de su divino Hijo”.
El
Santuario de Nuestra señora de Aranzazu está situado en el municipio de
Oñate, en Guizcupoa, País Vasco, (España), donde se venera la Virgen de
Aranzazu, Patrona de la Provincia.
Se situa a 750 metros de altitud, rodeado de montañas y vegetación.
En esas labores se encontraba cuando, repentinamente, reparó en un objeto claro que destacaba entre los espinos del valle.
Y al aproximarse, vio que se trataba e una imagen de Nuestra Señora, tallada en la blanca piedra de la región.
Sin dar crédito a lo que veía y sin contener su entusiasmo, Rodrigo exclamó "Arantza Zu!, !Arantza Zu!" expresión que en lengua Vasca significa "!Tú entre espinos!"
La novedad recorrió los valles y las comarcas cercanas y poco después otras regiones de España comentaban el suceso.
El
historiador español Esteban Garibay (1535-1599), bibliotecario y
cronista de la corte de Felipe II, oriundo de las tierras vascas, dejó
constancia del hecho en su monumental historia de España.
Dio cuenta que a
poco de descubierta la imagen, el lugar del hallazgo comenzó a ser
visitado por innumerables peregrinos y que tanto la fama como los
milagros de la Virgen, se multiplicaron.
En la primera mitad del siglo XV se
estaban produciendo en los diferentes territorios de País Vasco la
guerra de bandos que enfrentaba a los oñacinos y a los gamboínos que
arrastraron el país a la ruina.
Sobre esas mismas fechas de produjo una gran sequía, que algunos achacaron a un castigo divino por las atrocidades de la guerra.
Fue por entonces cuando apareció la imagen de la Virgen en el monte Aloña.
Según cuenta la leyenda después del hallazgo de Rodrigo, este bajó al pueblo que estaba realizando rogativas para que terminara la sequía.
Y
les contó el hallazgo indicándoles que debían ir en procesión hasta el
lugar donde estaba la Virgen para que comenzara a llover.
Cosa que ocurrió cuando bajaron la imagen hasta la villa.
Se constituyó la Cofradía de Aranzazu de las que formaron parte los nobles de Oñate.
Esta cofradía, que en sus inicios solo era para los vecinos de Oñate y Mondragón, desaparecería en 1834.
Juana de Arriarán apoyó económicamente el incipiente santuario y construyó una hospedería para peregrinos al lado de la ermita de la Virgen.
Y
mandó llamar a su hijo, Pedro de Arriarán, que era fraile Mecedario
para que se instalará en el lugar con varios frailes de dicha orden
erigiendo un monasterio con la licencia del Conde de Oñate.
Para 1493 ya esta establecida la comunidad Mercedaria en Aranzazu.
Los Mercedarios abandonarían el monasterio pronto.
Pedro
de Arriarán intenta entonces que los Franciscanos se hicieran cargo de
las instalaciones para lo que incorpora Aránzazu a la Provincia
Franciscana de Castilla.
Pero surgen problemas que hacen imposible el proyecto y en 1508 son los dominicos quienes se hacen cargo del convento y el santuario.
La imagen de la Virgen de Aranzazu es una talla en piedra de perfil gótico de diseño simple.
En
la mano derecha tiene una bola simbolizando el globo del
mundo y con la izquierda sostiene al niño que se sienta en la pierna del
mismo lado.
Describen el rostro de la imagen como el de una «aldeana sana de ancho cuello y generoso pecho».
El niño no está tan bien trabajado como la figura principal, tiene un aire bizantino y lleva un fruto en su mano izquierda.
Suele presentarse sobre un tronco de espino blanco y con un cencerro al lado
EL SANTUARIO DE GUIPÚZCOA
Edificado un santuario, no tardó en convertirse en meta de numerosas eregrinaciones que se siguen efectuando hasta el día de hoy.
La ubicación del santuario es excepcional.
Se sitúa a escasos 10 km. de la villa de Oñate a los pies de las campas de Urbia en
medio de una sucesión de barrancos y oquedades, montes rocosos y
pequeños ríos que se pierden en el fondo del valle bajo el edificio del
santuario.
San
Ignacio de Loyola, nacido en tierras guipuzcoanas, visitó el lugar en
1522 antes de recibir las órdenes y comenzar su prédica.
Los monjes edificaron una pequeña iglesia y en ella fue entronizada la imagen de la Virgen, para beneplácito de los habitantes del valle.
En l818 Nuestra Señora de Aranzazu fue declarada Patrona de Guipúzcoa y en 1950 se empezó a edificar la Basilica actual.
La fama milagrera de la Virgen extendió su culto por buena parte del norte de la península Ibérica y por los territorios del País Vasco Francés.
Las peregrinaciones siempre fueron numerosas y
la respuesta de los fieles a los llamamientos de ayuda, tras lo
diferentes desastres que se han dado en la historia del santuario, muy
positivas.
Especiales circunstancias han
caracterizado al pueblo vasco, con una gran fe y devoción y con un alto
grado de vocaciones para entrar a diferentes ordenes religiosas o para
servir a la iglesia y la emigración a las tierras americanas y de otros sitios.
Tanto
de religiosos o con el objetivo de la obra misional como de soldados y
marinos así como de trabajadores, llevaron la devoción a la Virgen de
Aránzazu a tierras lejanas.
Por esta causa es común encontrar iglesias y conventos destinados al culto de esta Virgen guipuzcoana en los países latinoamericanos.
El convento de Aranzazu se ha convertido en uno de los focos culturales del País Vasco.
En
él se desarrollan diferentes estudios, a parte de su seminario, y en
1968 fue donde se realizó la reunión y el llamamiento a la potenciación
del Euskera Batua, es decir a la normalización y unificación de la
lengua vasca
La comunidad religiosa de Aranzazu realiza varias publicaciones, tanto de libros como de revistas.
Guarda una biblioteca muy rica y especialmente referente para la literatura en lengua vasca.
ORACIÓN A SANTA MARÍA DE ARANZAZU
Santa María de Aranzazu,
Poderosa Reina de los cielos.
Arranca las espinas
de nuestras vidas;
aleja el pecado de las mismas;
danos el gozo de la gracia
de tu Hijo.
Así sea.
Poderosa Reina de los cielos.
Arranca las espinas
de nuestras vidas;
aleja el pecado de las mismas;
danos el gozo de la gracia
de tu Hijo.
Así sea.
Mi
querida Elsa conocí a La Virgen de Aranzazu a raíz que un sobrino puso
el nombre de Arantza a su hija mayor al preguntar porque ese nombre me
dijeron que era una advocación Mariana, no convencida comencé a buscar
para tener la seguridad que era así. La encontré y es lo que envío,
seguramente conocías la advocación.
Que Nuestra Señora de Aranzazu te proteja siempre.
Aída Martha Castelan
La verdad Aída nunca la había oído nombrar. Me alegra tener una nueva advocación de María. Mil gracias y Bendiciones. Elsa.
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