EN LA ÓRBITA DE DIOS
¡Señor mío y Dios mío! te siento en mi interior
cual brilla en mis pupilas la luz del astro sol
entibiando mi cuerpo, derritiendo mis miedos
sanando cada herida, atenuando el dolor..
Señor del Universo, Tu humildad me conmueve
porque Tu Amor se impuso a la dicha gloriosa
de ser Dueño de Todo...mas Todo lo dejaste
y fue la Encarnación.
¡Qué locura tan honda de ese Amor indecible
eclipsando Tu mente te hizo Servidor
de una Humanidad ciega que no supo entenderte
y te hizo sufrir tanto sin ninguna razón!
Mas sabia fue Tu entrega al aceptar la Cruz
pues élla fue simiente de la Resurrección
Alba del Hombre nuevo, del mundo Salvación,
Verdad, Vida y Camino de toda Creación.
Las Bienaventuranzas me muestran cómo sos
y cuáles los valores de Tu Reino de Amor,
en él la Dicha es gozo en la persecución
en las incomprensiones y aún en el dolor...
porque cuando soy pobre a Tu estilo Señor
el mismo Cielo baja hasta mi corazón,
porque cuando soy mansa y lucho por la Paz
no hay nada que me quite el Gozo que me das.
Señor, que comprendamos que no hay otro camino
que la violencia crea violencia nada más,
que sin amor no hay Vida, ni frutos sin entrega
que Vos sos el Sendero hacia la Eternidad.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
Muy bello Susana. Dios te bendiga.
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