RECOSTARME EN TU PECHO.
Al igual que el discípulo amado
déjame recostar en tu pecho
en ese corazón tan tuyo y lacerado
por lo mucho que te he traicionado.
Me amas tal como soy
tu corazón divino palpita
de amor por mi, en todo instante
todo lo perdonas, todo lo olvidas
brindándote sin tiempo, ni medida.
Déjame recostar en tu pecho
quedarme así toda la noche
bebiendo la savia que acuna mis versos
sin que jamas hagas un reproche.
Como no amarte Señor
me has embriagado cual nuevo vino
mis tibias brasas has inflamado
iluminando con su fulgor mi camino.
Dejame recostar en tu pecho
encendiendo una plegaria diferente
que toda mi vida, corazon y mente
se rindan ante ti, eternamente.!
María Etelvina Giménez
Paraguay
Mil gracias Etelvina por tu hermoso poema. Bendiciones.
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