DIVINO
NIÑO JESÚS
Con
su túnica dorada,
y
su verde cinturón,
de
sandalia despojada,
su
realeza: el corazón.
Sus
brazos, a la distancia,
son
plegaria y bendición,
los
méritos de su infancia
gracia
en flor de sanación.
La
presencia de un infante,
a
escala de salvación,
la
eternidad de un instante
que
se cifra en su oración.
El
Niño pastoreó
los
frutos de la Creación,
sus
opuestos unió (1)
en
la cumbre del perdón.
En
su inocencia, confiado
a
su celeste Creador,
y
a José, a su cuidado,
todo
un terrenal Tutor.
Toda
su historia un hacer
para
el orden de la Luz,
desde
el pesebre al taller,
desde
el Belén a la Cruz.
“Háganse,
como niños”,
dijo
el Divino Rabí,
con
primores y cariños
al
Cielo se sube, así.
Bosco Ortega
(1) “Y
un pequeño niño los pastoreará”. Isaías, 11,6
Bosco Ortega 20 de Julio de 2016 / 16,28”.
Hermos poema al Niño Jesús Bosco. Dios te bendiga.
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