ESTAS MISMAS MANOS
Tú me las darías
el día que a este mundo entré
en ese entonces, pequeñitas
sin tener idea siquiera
lo que con el correr del tiempo harían.
Acordes con mi personalidad
fueron creciendo, tenaces herramientas
abriendo en mi caminar
distintas, diferentes brechas
nunca producto de la casualidad.
Acariciaban muñecas
las bañaban, vestían,
disfrutaban de los juguetes,
cuidaban los libros de cuentos
que en mi tierna infancia, ya leía.
Trazaron pentagramas,
delicadamente, el piano tocaban
con pluma y tinta china dibujaron mapas
cual experta en cartografía
tambien se ejercitaron en caligrafía.
Mas tarde empuñaron tizas
blancas, coloridas, rojizas.
A la niñez, a la docencia
con afán y ahinco, dedicarían
una gran parte de mi vida.
Hábiles, no siempre fueron
de cuando en vez, tejían
componían piezas de canabá
o elaboraban algunos tapices.
Sí, como un brotar de claveles
en prosa siempre escribían.
Con estas mismas manos
con pecas, algunas manchas
del transcurso de la vida,
fueron descubriendo, que las habias dado
para transformar la prosa en poesía
para hasta hoy, seguirlas escribiendo.
No estan tan mal
no se han deformado
casi sin arrugas, siguen útiles todavía,
para ir abriendo rutas
a nuevas aventuras, nuevas fantasías.!
María Etelvina Gimenez
Este poema, es casi el contar, gran parte de mi vida.
Mil Gracias Etel. Una hermosa vida. Dios te bendiga.
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