OSCURIDAD
Hoy ni siquiera mis amados girasoles
me devuelven la alegría que he perdido,
ni ese sol que desde el cielo me sonríe
es suficiente para elevar mi espíritu.
Nubarrones me han cubierto de negrura
las pupilas con que todo disfrutaba
y los cuervos me rondan y amenazan
ante el temor de un oscuro mañana.
¿Dónde has huído Señor y te has llevado
esa Luz que alimenta mi esperanza?
No me abandones Jesús que sin Tu ayuda
no tengo gozo ni paz... no tengo nada.
Susana Piñeiro
Patagonia Argentina
Bellísimo poema Susana. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así? Sin esperanzas y la sensación de que el Señor nos abandona. Pero pasado cierto tiempo podemos levantarnos y seguir adelante. Gracias por compartir este poema en el Blog querida amiga. Dios te bendiga. Elsa Lorences de Llaneza.
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