Mateo 4, 1-11
Empezamos el tiempo de Cuaresma, un camino interior de cuarenta días que nos llevará a la Pascua.
El evangelio de hoy comienza propio así: el Espíritu lleva a Jesús al desierto. “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto” (Mt 4, 1).
El verbo griego que traducimos con “fue llevado” es bastante
fuerte y está en forma pasiva. El Espíritu empuja con fuerza a Jesús
hacia el desierto: la acción y el protagonismo son del Espíritu.
Bastaría este versículo para vivir plenamente y con provecho la Cuaresma. Leer más...
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