A SAN JOSÉ
Fuiste el primer Santo
al que Dios honró,
por tus grandes dones
y tu sumisión.
A María respetaste
su virginidad
con amor de esposo
y olor a santidad.
De Jesús fuiste padre
y enseñaste tu trabajo,
lo cuidaste con esmero
y la Ley también contaste.
Oculto te mantuviste
con una gran humildad,
sabías que no era tu
gloria
la que se iba a juzgar.
Hoy te proclaman
“Santo de la buena muerte”
porque te rodearon Jesús y
María
y entre sus brazos tibios
y amorosos,
cerraste tus ojos cubierto
de paz.
Mi santo bendito,
ejemplo de Padre,
ejemplo de Esposo
y de gran obediencia
a Nuestro Señor,
yo ofrezco mi vida
mi querido Santo
por morir rodeada
de tan grande Amor.
Elsa Lorences de Llaneza
Publicado en la Liturgia Cotidiana de Marzo 2020.
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