CUARESMA
Cuarenta días Señor de sufrimiento.
De pensar en tu muerte y en tu vida,
muerte claramente inmerecida
que te provocamos en el día a día.
Y llegará tu entrada entre los ramos,
y llegará tu prisión ya presentida,
y sentiré tu castigo en mis espaldas
y la coronación de tus espinas.
Y caminaré contigo por las calles
llevando yo también tu Cruz a cuestas,
y sentiré los clavos traspasarme
y subiré a tu Cruz
a compartir contigo los dolores
y la muerte que vendrá a buscarte.
Y en el amanecer de los tres días,
resucitaremos juntos:
Tú por la Gloria establecida,
yo para seguir amándote mi Padre,
hasta que la muerte me junte
con tu vida.
De pensar en tu muerte y en tu vida,
muerte claramente inmerecida
que te provocamos en el día a día.
Y llegará tu entrada entre los ramos,
y llegará tu prisión ya presentida,
y sentiré tu castigo en mis espaldas
y la coronación de tus espinas.
Y caminaré contigo por las calles
llevando yo también tu Cruz a cuestas,
y sentiré los clavos traspasarme
y subiré a tu Cruz
a compartir contigo los dolores
y la muerte que vendrá a buscarte.
Y en el amanecer de los tres días,
resucitaremos juntos:
Tú por la Gloria establecida,
yo para seguir amándote mi Padre,
hasta que la muerte me junte
con tu vida.
Elsa Lorences de Llaneza.
elsalorences@yahoo.com.ar
Publicado en la Liturgia Cotidiana
Marzo 2013
elsalorences@yahoo.com.ar
Publicado en la Liturgia Cotidiana
Marzo 2013
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