DOS MUJERES
Dos mujeres me salvaron la vida,
una, la palabra, otra, la poesía.
Ambas y juntas, vinieron a mi herida:
hicieron de mi noche su mediodía.
Dos mujeres con la luz en sus entrañas
y frutos en su vientre de belleza,
autoras de universales mañanas
surcan mi latido y mi cabeza.
Dos mujeres que hallé en una esquina
de un barrio sencillo de provincia,
cantando una lengua terrestre y divina
similar al asombro y la delicia.
Los pobres de mi casa y de mi calle
cantaban con su salmo fraterno
y su danza de amor buscó mi talle
para ir tras el padre del verbo eterno.
Seguí su llamado, y no me arrepiento,
sereno y obediente, hice mi camino,
un paso en el tiempo, otro, en el momento:
dos voces, a dúo con mi destino.
Bosco Ortega
Mil Gracias Bosco. Felicitaciones.
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