sábado, 20 de octubre de 2018

RELATO: TAL VEZ. ELSA LORENCES DE LLANEZA

HOMENAJE A MI MADRE EN EL DÍA DE LA MADRE

                                 TAL VEZ

Era pequeña. Tendría nueve o diez años. Estaba sentada en el tronco de un árbol que un

 rayo travieso había partido en dos. Con sus codos apoyados en sus rodillas y las manitas

 sosteniendo su cara, miraba el paisaje verde coronado de montañas nevadas, allí en su Asturias Natal.

De vez en cuando se fijaba en las ovejas que pastaban a su alrededor y las contaba. Si

alguna de ellas faltase, tendría que salir a buscarla, tal la orden recibida. A su lado una

cestita con su merienda.

Sus pensamientos volaban. Pensaba en su mamá y en sus tres hermanitos, dos mujeres y un

 varón, que estaban haciendo distintas tareas por el campo. En su papá ya no pensaba. Los

 había dejado cuando ella era bebé para ir a probar suerte a otro país y nunca había

regresado. Tal vez ella, en algún momento, podría hacer lo mismo y salir de esa monotonía

que la aburría.

Y ese “Tal vez” se dio cuando tenía diecisiete años. Alguien le propuso a su mamá llevarla

a América. Una vida más promisoria, más posibilidades para crecer culturalmente y salir de

esa vida dura de campo que no era para ella, frágil de salud.

Aceptó con alegría y como despedida dijo: -“Prepárese madre. En dos años devolveré el

dinero que nos prestaron para que yo pueda viajar, y luego todos mis esfuerzos estarán

puestos en llevarla conmigo. Vaya preparando su valija, falta poco. Se abrazaron con la

emoción de una madre y una hija que tienen que separarse quien sabe hasta cuando.

En pocos días, llegó a un lugar de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.

La primer parte de su promesa la cumplió. Devolvió peseta por peseta el dinero que

adeudaba. El trabajo aquí también era pesado. Limpiar para otros y recibir órdenes no era

grato, pero quedaba otra promesa para efectivizar. Cuando ya faltaban unos pocos pesos

para terminar de pagar el viaje de su mamá, recibió una carta escueta y dolorosa: -

“Lamento mucho comunicarte querida hermana, que madre murió ayer. Hoy efectuamos

sus exequias. Paciencia y fortaleza. Te queremos” –

Lloró como se llora la falta de una madre y más, porque también lloraba por un sueño

Perdido.

Al poco tiempo se casó con un compañero de viaje y vecino del lugar donde había nacido.

Ellos querían tener un hijo, pero el sueño se derrumbaba mes tras mes. Tal vez en el otro.....

decían para consolarse, y tras diez años de casados ese “Tal vez” se hizo realidad

nuevamente, y una niña vino a alegrar sus vidas. Así pasaron muchos años, hasta que un día

partió a encontrarse con su amada madre.

Mamá querida: Tal vez, en cualquier momento, nos juntemos las tres para abrazarnos,

besarnos y no separarnos nunca más. Amén.



                                                                                                                                                                                    

                                                    Elsa Lorences de Llaneza

                                                   elsalorences@yahoo.com.ar 
                                         
                                                        Premio Juan Luzian
                                                    De Narrativa Bonaerense

                                                  Publicado en mi libro:
                                             Poemas y relatos de una intensa vida.
                                                     Editorial L.V. Chascomús.                         

1 comentario:

  1. Ternura, nostalgias ... voces que narran vaivenes de la vida; esperanza, amor...y la poesía o la prosa como vehículo de nuestras expresiones y sentimientos que nos dan consuelo. Abrazo fraterno Elsa y ¡¡¡Dios mediante ese "encuentro" nos espera!!! Bendiciones!!!

    ResponderEliminar