domingo, 24 de diciembre de 2017

REFLEXIÓN: María Marta Spindler EL ANCIANO MARIPOSA

                 EL ANCIANO MARIPOSA.



  -¡Correte  anciano!

Gritó uno de los chicos que jugaba a la pelota en el parque, dirigiéndose a mi abuelo, que distraídamente contaba las monedas para comprarme un copo de azúcar.

  -¡Abuelo!, ¡Te llamó anciano!- dije- con un poco de tristeza.

  -¡No te preocupes Agustín!, es su propia visión, en realidad, soy una mariposa,  pero a su edad no lo puede ver.

  -¿Una mariposa?

  -Si; a esta edad la vida ya te convierte en una mariposa.Te lo voy a explicar.

En la vida primero somos como una oruga con muy poca visión, no podemos ver más allá de lo que nos permiten nuestros sentidos .Queremos devorarnos la vida, igual que la oruga, que posee su gran fuerza en sus potentes mandíbulas.Vivimos mucho tiempo en la oscuridad alimentando nuestros deseos, priorizamos nuestras necesidades, y pasamos nuestra juventud entre falacias, ilusiones y errores .Después el camino de la vida nos va enseñando a comprender otras cosas .Entonces comenzamos a hacer nuestra propia transformación, y vamos convirtiéndonos en crisálidas, como lo hace la oruga, que se envuelve a si misma. Así comenzamos a apartarnos de lo externo y a manejar el amor de nuestro interior; es un proceso de aprendizaje, silencio y aceptación. Una hermosa manifestación de luz comienza a alumbrar el camino nuevo .Es el tiempo donde abrimos el corazón, y sentimos el amor de Dios .Cuando la crisálida termina su metamorfosis, se convierte en una hermosa, colorida y libre mariposa.

  -Por eso te digo, Agustín, que soy un anciano mariposa .Porque ahora que mi andar es lento y mi vista borrosa, puedo volar con mis alas invisibles el último trayecto de mi camino, recuperando mi esencia, acariciando el tiempo que ahora disfruto sin exigencias ni apuros; contemplar el cielo, el mar, las estrellas, con los ojos del alma que vuela como mariposa de colores y sentidos aquietados en mi mente, que ahora por fin, sólo piensa en contarte cuentos, hablar con mi perro, disfrutar el mate y la tostada caliente sin celeridad.  Ahora el ruido externo no impide mi caminar lento. Porque estoy seguro que en un corto tiempo volaré al cielo eterno libre de ataduras. Con  las manos llenas de bendiciones que la vida me dio cada día con bondad infinita. Con sus regalos… como el arco iris…  que tiene los colores de la mariposa.



                                                       MARÍA MARTA SPINDLER



Publicado por editorial Dunken, en su libro de antología “Laberintos”   2013 

Mil gracias María Marta. Una hermosa reflexión. Feliz Navidad. Elsa.                                                                                                    

No hay comentarios:

Publicar un comentario