VIRGEN DE LA PUERTA DE OTUZCO, AHUYENTABA A LOS PIRATAS, PERU (15 de Diciembre)
La Virgen de la Puerta es venerada en Otuzco, departamento de La Libertad.
Y su devoción se extiende en todo el Norte del Perú, como un escudo contra los infieles.
Su
advocación se debe al traslado de la Virgen a la puerta de la ciudad de
Trujillo, para que intercediera ante una posible invasión de Piratas
holandeses.
Durante 3 días los habitantes oraron a los pies de la Virgen e inexplicablemente los piratas no desembarcaron.
Otuzco queda a 72 kilómetros de Trujillo.
La ciudad está a 2600 metros sobre el nivel del mar y se llega bordeando el río Moche
La fama de los santos corría paralela a la fama de sus riqueza en el siglo XVII,
que fue el siglo de oro del Virreinato del Perú. Época de intensa fe
donde brillaron las mejores cualidades del pueblo peruano.
A tal punto que hasta hoy se usa en Europa la frase “vale un Perú” para indicar algo de gran valor.
Tal riqueza despertó la codicia de los piratas protestantes,
que eran verdaderos terroristas de la época, que llegaban
repentinamente en poderosas flotas y, movidos por su odio sectario, se
lanzaban a robar, violar y quemar, ensañándose especialmente con las
iglesias católicas, sus altares, imágenes y ornamentos sagrados.
Santa
Rosa de Lima es representada en muchas imagenes con un ancla a sus
pies, por haber conseguido con sus oraciones y mortificaciones apartar
de la ciudad de los Reyes a la flota del pirata. Este hecho atestigua la
protección divina por la intercesión de la Virgen Santísima.
NUESTRA SEÑORA ES EL ESCUDO
La historia de la Virgen de la Puerta está atada a un caso de piratería, ocurrido en la ciudad de Trujillo.
En el año de 1674 apareció una flota pirata que ya había cometido crímenes en el puerto de Guayaquil y
en la entonces próspera villa de Zaña, hoy desaparecida, donde falleció
el Arzobispo de Lima Santo Toribio de Mogrovejo en 1606.
Los habitantes de Trujillo quedaron
atemorizados con la aproximación de la flota y enviaron emisarios a
todas las ciudades y villas de la región, y entre ellas a Otuzco.
Los vecinos de Otuzco quedaron
también muy preocupados. Y, al no disponer de murallas ni posibilidades
de defensa, decidieron recurrir a a la Virgen María.
Decidieron
colocar en la puerta de la ciudad una imagen de Nuestra Señora de la
Concepción, devoción que las ordenes religiosas habían popularizado
mucho antes de la proclamación de su dogma por Pio IX, en 1854.
Pero curiosamente la decisión no se cumplió. Porque no
fue esa imagen de la Patrona de la ciudad, la que se colocó en la
puerta, ya que el Virreinato exigía que saliese de su altar en la
iglesia solamente para la procesión en el día de su fiesta.
Entonces,
muy respetuosos de las costumbres, los habitantes de Otuzco no
quisieron retirar a la Patrona de su lugar, aún ante la inminente
calamidad.
Entonces
quedó defendiendo la puerta otra imagen de Nuestra Señora de la
Concepción, traida años antes desde Venexuela para realizar procesiones
de la inmaculada fuera de los días de fiesta oficial. Tal imagen es de
un metro de altura, y está sentada sobre un trozo de roca toda forrada
de plata.
Después
de colocarla en el lugar donde se esperaba la aparición de los piratas,
la población estaba dedicada a rezar y confiar en la protección
maternal de María Santísima.
Tres
días y tres noches permanecieron los habitantes orando juntos en la
puerta de la ciudad, a los pies de la imagen, aguardando el ataque.
Pero lo
!imposible sucedió!. Los protestantes holandeses, cuya superioridad
numerica y de fuerza era evidente, !ni siquiera desembarcaron! Hasta hoy
ningún historiador consiguió presentar una explicación convincente por
el hecho, así que la ciudad de Trujillo y los pueblos de Huanchaco y
Otuzco fueron preservados de cualquier ataque de los piratas.
LA CIUDAD SE ENCUENTRA CON DOS PATRONAS
Cuando las velas de los barcos piratas desaparecieron en el horizonte, la alegría de los habitantes de Otuzco fue enorme.
Condujeron
entonces la imagen de la Virgen que estaba en la puerta de la ciudad en
procesión hasta el interior de la ciudad, en medio del mayor regocijo.
Pero
después del gran favor recibido no querían ponerla en desventaja con
relación a la Patrona y decidieron construirle una santuario en la
Puerta de la ciudad que había defendido.
Nació la devoción a la Virgen “de la Puerta”, que es hoy la devoción a Nuestra Señora más difundida en el Norte del Perú.
Todas las numerosas iglesias virreinales de Trujillo poseen una réplica de
esta imagen, colocada siempre próxima en la puerta de entrada.
Igualmente que en las iglesias de los demás poblados liberteños.
Las procesiones de agradecimiento por la retirada de los piratas sigue hasta nuestros días, reuniendo a miles de peregrinos.
La imagen de la Virgen de la Puerta sale en procesión todos los 15 de diciembre.
En ocasión del Congreso Eucarístico Nacional realizado en Trujillo, en 1943, fue coronada canónicamente el 27 de octubre.
Es
así como en Otuzco tienen dos patronas y de comenzó a venerar a la
Virgen de la Puerta. Hermoso relato de lo acotencido. Que Nuestra Señora
esté siempre contigo.
Bendiciones y Gracias
Aída Martha Castelan
Igualmente Aída. Hermoso Relato. Mil bendiciones.
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