INTIMIDAD
Cuando me hablan de paisajes lejanos que embelesan el alma y aproximan a Dios
y emocionados me cuentan del encanto del mar, la cordillera, el bosque, el cañadón
comparto la alegría de mi interlocutor, mas no anhelo moverme del sitio en el que estoy.
Tal vez aquéllos necesiten viajar, recorrer geografías de un distante lugar
buscando aquel encanto que los toque hondamente, que despierte sus mentes y los haga soñar
por mágicos senderos de un placer diferente, mas no es lo que yo anhelo, abandonar mi hogar.
Yo siento cada día la invitación de Dios, que nace silencioso como lo hace la flor
que brilla con la luna y sale con el sol y todo lo rocía con Su cálido Amor.
Me propone otro viaje de gozo y esplendor, buscándolo escondido en Su propia Creación.
Y una vez percatada de Su real Presencia en toda la belleza que veo alrededor
párpados entornados, serenos los sentidos, me invita a un nuevo viaje por mi propio interior
y allí también descubro en lo hondo de mi alma, un bellísimo espacio de cielo, lluvia y sol...
de prados y montañas, de silencio y canción, de mares profundísimos y de nevadas cumbres
de volcanes y valles, de desierto y pasión, de risas y quebrantos, de alegría y dolor...
y en ese Altar sagrado, adoro a mi Señor.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
mirtapieiro@gmail.com
Bello Susana. Mil gracias. Bendiciones.
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