MENSAJES DE LA VIRGEN DESDE MEDJUGORJE
Mensaje del 25 de enero de 2017
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a orar por la paz. Paz en los corazones, paz en las familias y paz en el mundo. Satanás es fuerte y quiere ponerlos a todos en contra de Dios, hacerlos regresar a todo lo que es humano y destruir en los corazones todo sentimiento hacia Dios y las cosas de Dios. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra el materialismo, el modernismo y el egoísmo que el mundo les ofrece. Hijitos, decídanse por la santidad, y yo, con mi Hijo Jesús, intercedo por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado”.Mensaje del 2 de enero de 2017
“Queridos hijos, mi Hijo ha sido fuente de amor y de luz, cuando en la Tierra habló al pueblo de todos los pueblos. Apóstoles míos, seguid su luz. Esto no es fácil: debéis ser pequeños, debéis aprender a haceros más pequeños que los otros, y con la ayuda de la fe, llenaros de Su amor. Ningún hombre en la tierra, sin fe, puede vivir una experiencia milagrosa. Yo estoy con vosotros; me manifiesto a vosotros con estas venidas, con estas palabras; deseo testimoniaros mi amor y mi preocupación maternal. Hijos míos, no perdáis el tiempo haciendo preguntas a las que nunca recibís respuesta: al final de vuestro viaje terreno os las dará el Padre Celestial. Sabed siempre que Dios lo sabe todo, Dios ve y Dios ama. Mi amadísimo Hijo ilumina las vidas y dispersa la oscuridad; y mi amor materno, que me trae a vosotros, es indescriptible, misterioso, pero es real. Yo expreso mis sentimientos hacia vosotros: amor, comprensión y afecto maternal. De vosotros, apóstoles míos, busco las rosas de vuestra oración, que deben ser obras de amor; estas son para mi Corazón maternal las oraciones más queridas, y yo se las presento a mi Hijo, que ha nacido por vosotros. Él os ve y os escucha; nosotros siempre estamos cerca vuestro. Este es el amor que llama, une, convierte, alienta y llena. Por eso, apóstoles míos, amaos siempre los unos a los otros, pero, sobre todo, amad a mi Hijo: este es el único camino hacia la salvación y hacia la vida eterna. Esta es mi oración más querida que, con el perfume más hermoso de rosas, llena mi Corazón. Orad, orad siempre por vuestros pastores, para que tengan la fuerza de ser la luz de mi Hijo. ¡Os doy las gracias! ”Aparición anual a Jakov
Queridos hijos, hoy en este día de gracia, de manera
especial los invito a orar por la paz. Hijos, yo he venido aquí como la
Reina de la Paz y los he invitado muchas veces a orar por la paz. Pero
hijos, sus corazones están inquietos. El pecado les impide abrirse
completamente a la gracia y a la paz que Dios desea darles. Para vivir
la paz, hijos míos, es necesario que ante todo tengan paz en vuestros
corazones y estar entregados por completo a Dios y a Su voluntad. No
busquen la paz y la felicidad en las cosas de este mundo, porque todo
eso es pasajero. Tiendan hacia la verdadera misericordia y paz que
provienen solamente de Dios, y solo de esa manera sus corazones estarán
llenos de una alegría verdadera; solo de esa forma ustedes podrán
convertirse en testigos de la paz en este mundo inquieto. Yo soy vuestra
Madre e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes. Gracias por
haber respondido a mi llamado.
Mensaje del 25 de diciembre de 2016 – ¡Navidad!
“Queridos hijos! Con gran alegría hoy les traigo a
mi Hijo Jesús para que Él les dé Su paz. Abran sus corazones, hijitos, y
estén alegres para que puedan recibirla. El Cielo está con ustedes y
lucha por la paz en sus corazones, en las familias y en el mundo, y
ustedes, hijitos, ayuden con sus oraciones para que así sea. Los bendigo
con mi Hijo Jesús y los invito a no perder la esperanza y a que vuestra
mirada y corazón estén siempre dirigidos hacia el Cielo y la eternidad.
De esa manera estarán abiertos a Dios y a Sus planes. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Mensaje del 25 de noviembre de 2016
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a regresar a
la oración. En este tiempo de gracia, Dios me ha permitido que los guíe
hacia la santidad y hacia una vida simple, para que en las pequeñas
cosas descubran a Dios Creador, se enamoren de Él y su vida sea un
agradecimiento al Altísimo por todo lo que Él les da. Hijitos, que su
vida sea un don en amor para los demás y Dios los bendecirá. Y ustedes
testimonien sin interés, por amor hacia Dios. Yo estoy con ustedes e
intercedo ante mi Hijo por todos ustedes. Gracias por haber respondido a
mi llamado.”
Mensaje del 2 de noviembre de 2016
“Queridos hijos, para mi Corazón materno, es una gran alegría venir y manifestarme a vosotros. Esto es un regalo de mi Hijo para vosotros y para los que vendrán. Como Madre os invito: amad a mi Hijo por encima de todo. Para que podáis amarlo con todo el corazón debéis conocerlo; y lo conoceréis por medio de la oración. Orad con el corazón y con sentimiento. Orar significa pensar en Su amor y en Su sacrificio. Orar significa amar, dar, sufrir y ofrecer. Hijos míos, os invito a ser apóstoles del amor y de la oración. Hijos míos, este es un tiempo de vigilia. En esta vigilia os invito al amor, a la oración y a la confianza. Mi Corazón materno desea que, cuando mi Hijo mire en vuestros corazones, vea en ellos confianza y amor incondicionales. El amor unido de mis apóstoles vivirá, vencerá y desenmascarará el mal. Hijos míos, yo fui el cáliz del Hombre-Dios, fui instrumento de Dios, y por eso, apóstoles míos, os invito a que seáis cáliz del amor puro y sincero de mi Hijo. Os invito a ser un instrumento para que, quienes no han conocido el amor de Dios y nunca han amado, comprendan, acepten y se salven. ¡Os doy las gracias! ”Mensaje del 25 de octubre de 2016
“Queridos hijos! Hoy los invito: ¡oren por la paz! Dejen de lado el egoísmo y vivan los mensajes que les doy. Sin ellos no pueden cambiar su vida. Al vivir la oración, ustedes tendrán paz. Al vivir en paz, sentirán la necesidad de dar testimonio, porque descubrirán a Dios a quien ahora sienten distante. Por eso, hijitos, oren, oren, oren y permitan a Dios que entre en sus corazones. Regresen al ayuno y a la confesión, a fin de que puedan vencer el mal en ustedes y en torno a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”Mensaje del 2 de octubre de 2016 a Mirjana
Queridos hijos, el Espíritu Santo, por el Padre Celestial, me ha hecho Madre, la Madre de Jesús y con esto, también vuestra Madre. Por eso vengo para escucharos, para abriros mis brazos maternos, para daros mi Corazón y para invitaros a permanecer conmigo. Porque desde lo alto de la Cruz mi Hijo os ha confiado a mí. Pero lamentablemente, muchos hijos míos no han conocido el amor de mi Hijo y muchos no desean conocerlo. ¡Oh hijos míos!, qué mal hacen aquellos que, para poder creer necesitan ver o razonar. Por eso hijos míos, apóstoles míos, en el silencio de vuestro corazón, escuchad la voz de mi Hijo, para que vuestro corazón sea Su morada, para que no sea un corazón oscuro ni triste, sino iluminado por la luz de mi Hijo. Con la fe buscad la esperanza, porque la fe es la vida del alma. Nuevamente os invito: orad. Orad para poder vivir la fe en humildad, en la paz del alma e iluminados por la luz. Hijos míos, no os esforcéis en comprenderlo todo de una vez, porque tampoco yo lo comprendía todo, sin embargo, he amado y he creído en las palabras divinas que mi Hijo decía, Él, que ha sido la primera luz y el origen de la redención. Apóstoles de mi amor, vosotros que oráis, que os sacrificáis, vosotros que amáis y no juzgáis, id y difundid la verdad: las palabras de mi Hijo, el Evangelio, porque vosotros sois el evangelio vivo, vosotros sois los rayos de la luz de mi Hijo. Mi Hijo y yo estaremos a vuestro lado, os alentaremos y os pondremos a prueba. Hijos míos, pedid siempre la bendición de aquellos, y solo de aquellos, cuyas manos ha bendecido mi Hijo, de sus pastores. ¡Os doy las gracias!”Mensaje del 25 de septiembre de 2016
“Queridos hijos! Hoy los invito a la oración. Que la oración sea vida para ustedes. Solamente así su corazón se llenará de paz y alegría. Dios estará cerca de ustedes, y ustedes lo sentirán en su corazón como un amigo. Hablarán con Él como con alguien que ya conocen e, hijitos, sentirán la necesidad de testimoniar, porque Jesús estará en vuestro corazón y ustedes estarán unidos en Él. Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor materno. Gracias por haber respondido a mi llamado.”Mensaje del 2 de septiembre
“Queridos hijos, por voluntad de mi Hijo y por mi amor materno, vengo a vosotros, mis hijos, y especialmente por aquellos que no han conocido el amor de mi Hijo. A vosotros os doy mi amor materno y os traigo la bendición de mi Hijo. Vengo a vosotros que en mí pensáis, que me invocáis. ¿Tenéis corazones puros y abiertos? ¿Veis los dones, los signos de mi presencia y de mi amor? Hijos míos, en vuestra vida terrena, actuad siguiendo mi ejemplo. Mi vida ha sido dolor, silencio y una inmensa fe y confianza en el Padre Celestial. Nada sucede por casualidad: ni el dolor ni la alegría, ni el sufrimiento ni el amor. Todas estas son gracias que mi Hijo os da y que os conducen a la vida eterna. Mi Hijo pide de vosotros amor y oración en Él. Amar y orar en Él –y yo como Madre os lo enseñaré–, significa: orar en el silencio de vuestra alma, y no solo recitando con los labios. Este es el gesto más pequeño y hermoso que podéis realizar en nombre de mi Hijo: esto es paciencia, misericordia, aceptación del dolor y el sacrificio realizado por los otros. Hijos míos, mi Hijo os mira. Orad para que vosotros también podáis ver Su Rostro, para que este pueda ser revelado a vosotros. Hijos míos, yo os revelo la única y auténtica verdad; orad para que podáis comprenderla y para que podáis difundir el amor y la esperanza; para que podáis ser apóstoles de mi amor. De manera especial, mi Corazón materno ama a los pastores; orad por sus manos benditas. ¡Os doy las gracias! ”Mensaje del 25 de agosto de 2016
“Queridos hijos! Hoy quiero compartir con ustedes la alegría del Cielo. Ustedes, hijitos, abran la puerta del corazón a fin de que en su corazón crezca la esperanza, la paz y el amor que solo Dios da. Hijitos, están demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás los agita como el viento lo hace con las olas del mar. Por lo tanto, que la cadena de su vida sea la oración con el corazón y la adoración a mi Hijo Jesús. Entreguen a Él su futuro para que en Él sean alegría y ejemplo para los demás con sus vidas. Gracias por haber respondido a mi llamado.”Mensaje del 2 de agosto de 2016
“Queridos hijos, he venido a vosotros, en medio de vosotros, para que me deis vuestras preocupaciones, para que las presente a mi Hijo e interceda ante Él por vosotros y vuestro bien. Sé que cada uno de vosotros tiene sus preocupaciones, sus pruebas; por eso os invito maternalmente: venid a la Mesa de mi Hijo. Él, por vosotros, parte el pan, se da a vosotros, os da la esperanza. A vosotros os pide más fe, más esperanza y más vitalidad. Pide vuestra lucha interior contra el egoísmo, contra el juicio y las debilidades humanas. Por eso yo, como Madre, os digo: orad, porque la oración os da la fuerza para la lucha interior. Mi Hijo, de pequeño, me decía a menudo que muchos me habrían amado y llamado Madre. Yo, aquí en medio de vosotros, siento amor y os doy las gracias. Por medio de este amor, ruego a mi Hijo para que ninguno de vosotros, hijos míos, vuelva a casa igual que antes, para que llevéis siempre más esperanza, misericordia y amor; para que seáis apóstoles del amor, aquellos que con su vida testimoniarán que el Padre Celestial es fuente de vida y no de muerte. Queridos hijos, nuevamente y maternalmente os pido: orad por los elegidos de mi Hijo, por sus manos bendecidas, por vuestros pastores, para que puedan predicar a mi Hijo siempre con más amor, y así obrar conversiones. ¡Os doy las gracias!“Mensaje del 25 de julio de 2016
“Queridos
hijos! Los miro y los veo perdidos, y no tienen oración ni alegría en
el corazón. Hijitos, regresen a la oración y pongan a Dios en el primer
lugar y no al hombre. No pierdan la esperanza que les traigo. Hijitos,
que este tiempo sea para ustedes, buscar cada día más a Dios en el
silencio de su corazón y oren, oren, oren hasta que la oración se
convierta en alegría para ustedes. Gracias por haber respondido a mi
llamado.”
Mensaje del 2 de julio de 2016
“Queridos hijos, mi presencia viva y real entre
ustedes, tiene que hacerlos felices, debido al gran amor de mi Hijo. Él
me envía entre ustedes para que con mi amor maternal les dé seguridad,
para que comprendan que el dolor y la alegría, el sufrimiento y el amor,
hacen que vuestra alma viva intensamente; para invitarlos nuevamente a
glorificar el Corazón de Jesús, el corazón de la fe: la Eucaristía. Mi
Hijo, día a día, a través de los siglos, retorna vivo en medio de
ustedes, regresa a ustedes, aunque en verdad, nunca los ha abandonado.
Cuando uno de ustedes, mis hijos, regresa a Él, mi Corazón materno
exulta de alegría. Por eso, hijos míos, regresen a la Eucaristía, a mi
Hijo. El camino hacia mi Hijo es difícil, lleno de renuncias, pero al
final está siempre la luz. Yo comprendo vuestros dolores y sufrimientos,
y con amor maternal, enjugo vuestras lágrimas. Confíen en mi Hijo,
porque Él hará por ustedes lo que ni siquiera sabrían pedir. Ustedes,
hijos míos, deben preocuparse solo por el alma, porque ella es lo único
que les pertenece en la Tierra. Sucia o limpia, la tendrán que presentar
ante el Padre Celestial. Recuerden: la fe en el amor de mi Hijo siempre
es recompensada. Les pido que oren, de manera especial, por quienes mi
Hijo ha llamado a vivir según Él y a amar a su rebaño. ¡Les doy las
gracias!”
Mensaje del 25 de junio de 2016
Queridos hijos! Den gracias a Dios conmigo por el don de poder estar con ustedes. Oren, hijitos, y vivan los Mandamientos de Dios para que sean felices en la Tierra. Hoy, en este día de gracia, deseo darles mi bendición maternal de paz y de amor. Intercedo por ustedes ante mi Hijo ya perseverar en la oración para que con ustedes p mis planes. Gracias por haber respondido a mi llamado.Mensaje del 2 de junio de 2016
Queridos hijos, como Madre de la Iglesia, como vuestra Madre, sonrío mientras os veo venir a mí, cómo os reunís en torno a mí y cómo me buscáis. Mis venidas entre vosotros son prueba de cuánto el Cielo os ama. Ellas os muestran el camino hacia la vida eterna, hacia la salvación. Apóstoles míos, vosotros que os esforzáis en tener un corazón puro y a mi Hijo en él, estáis en el buen camino. Vosotros que buscáis a mi Hijo, buscáis el buen camino. Él dejó muchos signos de Su amor. Él dejó esperanza. Es fácil encontrarlo si estáis dispuestos al sacrificio y la penitencia, si tenéis paciencia, misericordia y amor por vuestro prójimo. Muchos de mis hijos no ven y no escuchan porque no quieren. No aceptan mis palabras ni mis obras, pero mi Hijo, a través de mí, os invita a todos. Su Espíritu ilumina a todos mis hijos en la luz del Padre Celestial, en la comunión del Cielo y la tierra, en el amor recíproco. Porque el amor llama al amor y hace que las obras sean más importantes que las palabras. Por tanto, apóstoles míos, orad por vuestra Iglesia, amadla y haced obras de amor. Por cuanto haya sido traicionada y herida, ella está aquí, porque proviene del Padre Celestial. ¡Orad por vuestros pastores!, para que podáis ver en ellos la grandeza del amor de mi Hijo. ¡Os doy las gracias!Mensaje del 25 de mayo de 2016
“Queridos hijos! Mi presencia es un don de Dios para
todos ustedes y un estímulo a la conversión. Satanás es fuerte y quiere
poner desorden e inquietud en vuestros corazones y pensamientos. Por
eso, ustedes hijitos, oren para que el Espíritu Santo los guíe por el
verdadero camino de la alegría y de la paz. Yo estoy con ustedes e
intercedo ante mi Hijo por ustedes. Gracias por haber respondido a mi
llamado”
Mensaje del 2 de mayo de 2016
“Hijos míos, mi Corazón materno desea vuestra sincera
conversión y fe firme para que podáis transmitir el amor y la paz a
todos aquellos que os rodean. Pero, hijos míos, no lo olvidéis: cada uno
de vosotros es un mundo único ante el Padre Celestial; por eso,
permitid que la obra incesante del Espíritu Santo actúe en vosotros.
Sed, hijos míos, espiritualmente puros. En la espiritualidad está la
belleza: todo lo que es espiritual está vivo y es muy hermoso. No
olvidéis que en la Eucaristía, que es el corazón de la fe, mi Hijo está
siempre con vosotros, viene a vosotros y parte el pan con vosotros
porque, hijos míos, Él ha muerto por vosotros, ha resucitado y viene
nuevamente. Estas palabras mías vosotros las conocéis porque son la
verdad y la verdad no cambia; solo que muchos hijos míos la han
olvidado. Hijos míos, mis palabras no son ni antiguas ni nuevas, son
eternas. Por eso os invito, hijos míos, a mirar bien los signos de los
tiempos, a recoger las cruces despedazadas y a ser apóstoles de la
Revelación. ¡Os doy las gracias! ”
Mensaje del 25 de abril de 2016
“Queridos hijos! Mi Corazón Inmaculado sangra al
mirarlos a ustedes en el pecado y en hábitos pecaminosos. Los estoy
llamando: regresen a Dios y a la oración para que sean felices en la
Tierra. Dios los llama a través de mí para que sus corazones sean
esperanza y alegría para todos los que están lejos. Que mi llamado sea
un bálsamo para el alma y el corazón a fin de que glorifiquen a Dios
Creador, que los ama y los llama a la eternidad. Hijitos, la vida es
breve, aprovechen este tiempo para hacer el bien. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Mensaje del 2 de abril de 2016
“Queridos hijos, no tengáis corazones duros,
cerrados y llenos de temor. Permitid a mi amor materno iluminarlos y
llenarlos de amor y de esperanza, para que yo, como Madre, pueda atenuar
vuestros dolores, porque los conozco y los he experimentado. El dolor
eleva y es la oración más grande. Mi Hijo ama de manera especial a los
que padecen dolores. Él me ha enviado para que os los atenúe y traeros
esperanza. ¡Confiad en Él! Sé que para vosotros es difícil, porque a
vuestro alrededor veis cada vez más tiniebla. Hijos míos, es necesario
aniquilarla con la oración y el amor. Quien ora y ama no teme, tiene
esperanza y amor misericordioso. Ve la luz, ve a mi Hijo. Como apóstoles
míos, os llamo para que intentéis ser ejemplo de amor misericordioso y
de esperanza. Siempre volved a orar para tener el mayor amor posible,
porque el amor misericordioso porta la luz que aniquila toda tiniebla,
porta mi Hijo. No tengáis miedo, no estáis solos: Yo estoy con vosotros.
Os pido que oréis por vuestros pastores, para que en todo momento
tengan amor, y actúen con amor hacia Mi Hijo, por medio de Él y en
memoria de Él. ¡Os doy las gracias! ”
Mensaje del 25 de marzo de 2016
“Queridos hijos! Hoy les traigo mi amor. Dios me ha
permitido amarlos y por amor llamarlos a la conversión. Hijitos, ustedes
son pobres en el amor y aún no han comprendido que mi Hijo Jesús por
amor dio su vida para salvarlos y darles la vida eterna. Por eso oren,
hijitos, oren para que en la oración comprendan el amor de Dios. Gracias
por haber respondido a mi llamado. ”
Mensaje del 2 de marzo de 2016
“Queridos hijos, mi venida en medio de vosotros es un
regalo del Padre Celestial para vosotros. Por Su amor, vengo a ayudaros a
encontrar el camino hacia la verdad, a encontrar el camino hacia mi
Hijo. Vengo a confirmaros la verdad. Quiero recordaros las palabras de
mi Hijo. Él ha pronunciado palabras de salvación para todo el mundo,
palabras de amor para todos, amor que demostró con Su sacrificio. Pero
también, hoy muchos de mis hijos no lo conocen, no desean conocerlo, son
indiferentes. A causa de vuestra indiferencia mi Corazón sufre
dolorosamente. Mi Hijo ha estado siempre en el Padre. Al nacer en la
Tierra, traía lo divino, y de mí adquirió lo humano. Con Él llegó a
nosotros la Palabra. Con Él llegó la luz del mundo, que penetra en los
corazones, los ilumina y los llena de amor y de consuelo. Hijos míos,
todos los que aman a mi Hijo lo pueden ver, porque Su rostro se ve en
las almas que están llenas de amor hacia Él. Por lo tanto, hijos míos,
apóstoles míos, escuchadme: dejad la vanidad y el egoísmo, no viváis
solo para lo terrenal, lo material. Amad a mi Hijo y haced que los demás
vean Su rostro por medio de vuestro amor por Él. Yo os ayudaré a
conocerlo siempre más y os hablaré de Él. ¡Os doy las gracias!”
Mensaje del 25 de febrero de 2016
“Queridos hijos, en este tiempo de gracia os invito a
todos a la conversión. Hijos míos, vosotros amáis poco y oráis aún
menos. Estáis perdidos y no sabéis cuál es vuestro propósito. Tomad la
cruz, mirad a Jesús y seguidle. Él se entrega a vosotros hasta la muerte
en la cruz, porque Él os ama. Hijos míos, os invito a regresar a la
oración con el corazón, para que en la oración podáis encontrar la
esperanza y el sentido de vuestra existencia. Yo estoy con vosotros y
oro por vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Mensaje del 2 de febrero de 2016
“Queridos hijos, os he invitado y os invito nuevamente a conocer a mi Hijo, a c
onocer la Verdad. Yo estoy con vosotros y oro para que lo logréis. Hijos míos, vosotros debéis orar mucho para tener cada vez más amor y paciencia, para saber soportar el sacrificio y ser pobres en espíritu. Mi Hijo, por medio del Espíritu Santo, está siempre con vosotros. Su Iglesia nace en cada corazón que lo conoce. Orad para que podáis conocer a mi Hijo, orad para que vuestra alma sea toda una con Él. ¡Esto es la oración, este es el amor que atrae a los demás y que a vosotros os hace mis apóstoles! Os miro con amor, con amor maternal. Os conozco, conozco vuestros dolores y aflicciones, porque yo también he sufrido en silencio. Mi fe me dio amor y esperanza. Repito: la Resurrección de mi Hijo y mi Asunción al Cielo son para vosotros esperanza y amor. Por lo tanto, hijos míos, orad para conocer la verdad, para tener una fe firme, que guíe vuestros corazones y sepa transformar vuestros sufrimientos y dolores en amor y esperanza. ¡Os doy las gracias!
onocer la Verdad. Yo estoy con vosotros y oro para que lo logréis. Hijos míos, vosotros debéis orar mucho para tener cada vez más amor y paciencia, para saber soportar el sacrificio y ser pobres en espíritu. Mi Hijo, por medio del Espíritu Santo, está siempre con vosotros. Su Iglesia nace en cada corazón que lo conoce. Orad para que podáis conocer a mi Hijo, orad para que vuestra alma sea toda una con Él. ¡Esto es la oración, este es el amor que atrae a los demás y que a vosotros os hace mis apóstoles! Os miro con amor, con amor maternal. Os conozco, conozco vuestros dolores y aflicciones, porque yo también he sufrido en silencio. Mi fe me dio amor y esperanza. Repito: la Resurrección de mi Hijo y mi Asunción al Cielo son para vosotros esperanza y amor. Por lo tanto, hijos míos, orad para conocer la verdad, para tener una fe firme, que guíe vuestros corazones y sepa transformar vuestros sufrimientos y dolores en amor y esperanza. ¡Os doy las gracias!
Mensaje del 25 de enero de 2016
“Queridos hijos! También hoy los invito a todos a la
oración. Sin la oración no pueden vivir, porque la oración es la cadena
que los acerca a Dios. Por eso, hijitos, en la humildad del corazón
regresen a Dios y a sus Mandamientos para que puedan decir con todo el
corazón: ‘así en la Tierra como en el Cielo’. Ustedes, hijitos, son
libres para que en libertad se decidan por Dios o contra Él. Vean cómo
Satanás quiere arrastrarlos al pecado y a la esclavitud. Por eso,
hijitos, regresen a mi Corazón para que yo los pueda conducir a mi Hijo
Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Mensaje del 2 de enero de 2016
“Queridos hijos, como Madre me siento feliz de estar
en medio de vosotros, porque deseo hablaros nuevamente de las palabras
de mi Hijo y de Su amor. Espero que me aceptéis con el corazón, porque
las palabras de mi Hijo y Su amor, son la única luz y esperanza en la
oscuridad del presente. Esta es la única verdad, y vosotros, que la
aceptaréis y la viviréis, tendréis corazones puros y humildes. Mi Hijo
ama a los puros y a los humildes. Los corazones puros y humildes dan
vida a las palabras de mi Hijo: las viven, las difunden y buscan la
forma de que todos las escuchen. Las palabras de mi Hijo hacen renacer a
quienes las escuchan, las palabras de mi Hijo hacen que regresen el
amor y la esperanza. Por eso, mis queridos apóstoles, hijos míos, vivid
las palabras de mi Hijo. Amaos como Él os ha amado. Amaos en Su nombre y
en Su memoria. La Iglesia progresa y crece gracias a aquellos que
escuchan las palabras de mi Hijo, gracias a aquellos que aman, gracias a
aquellos que sufren y padecen en silencio y en la esperanza de la
redención definitiva. Por eso queridos hijos míos, que las palabras de
mi Hijo y Su amor estén en el primer y último pensamiento del día. ¡Os
doy las gracias! ”
Mensaje del 25 de diciembre de 2015
“Queridos hijos! También hoy les traigo en mis
brazos a mi Hijo Jesús y desde este abrazo les doy Su paz y el anhelo
por el Cielo. Oro con ustedes por la paz y los invito a ser paz. Los
bendigo a todos con mi bendición maternal de paz. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Ampáranos Madre Nuestra. Cúbrenos con tu manto y protégenos de todo mal. Amén.
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