Un 24 de septiembre de 1812, en el marco de la segunda Campaña al Alto Perú, el Ejército del Norte, al mando del General Manuel Belgrano, derrotó a los realistas en la batalla de Tucumán, al mando de Pío Tristán.
La batalla de Tucumán, primer triunfo relevante en el Norte, y junto a la batalla de Salta, los dos triunfos del General Belgrano.
En marzo de 1812, Belgrano recibía el Ejército del Norte en la Posta de Yatasto, Salta. Ese cuerpo venía en retirada desde Huaqui. Allí había sido diezmado el ejercito y sobre su precariedad, Belgrano escribió al gobierno: “...siempre me toca la desgracia de que me busquen cuando el enfermo ha sido atendido por todos los médicos y abandonado”.
A fines de agosto de 1812, se ponía en marcha el "Éxodo Jujeño", verdadera gesta popular, gran pueblada en favor de nuestra Independencia. Los emigrados se instalaron en San Miguel de Tucumán. Allí Belgrano se encontró con un pueblo decidido a jugar su destino peleando.
La batalla de Tucumán, fue en el campo de Las Carreras, de todas las que se libraron en la Guerra de la Independencia, fue una de las más importantes. . El escuadrón “Decididos” de Jujuy, la caballería salteña con la jefatura de José Moldes, las milicias tucumanas reunidas por Bernabé Aráoz, los restos de los regimientos porteños, la compañía catamarqueña conducida por Bernardino Ahumada y Barros, y el altoperuano Manuel Ascencio Padilla con sus jinetes que formaron la escolta del Gral. Belgrano.
Las crónicas dicen que Belgrano decidió esperar al enemigo al norte de la ciudad de Tucumán, pero como el Gral. Don Juan Pío Tristán y Moscoso avanzaba por el oeste, el combate se libró sorprendiendo a los realistas. La caballería gaucha arraso la izquierda de los españoles, mientras que por el flanco donde se encontraba Belgrano, los patriotas eran derrotados. Estallo entonces un gran desorden aumentado por la oscuridad que produjo la llegada de una manga de langostas. En medio de este desorden Eustoquio Díaz Vélez encontró el lugar para guardar carros y armas del ejército de Tristán, con 35 carretas con armas y municiones. Lo tomaron y se trasladaron a la ciudad. Belgrano, creyendo que todo estaba perdido, se dirigió hacia el sur y allí se enteró de la labor desplegada por sus oficiales. Tristán se retiró a Salta dejando en el campo de batalla casi 500 heridos, 687 muertos y armados a los patriotas para el resto de las campañas militares.
Tucumán fue, pues, la batalla de la unión nacional que venció al temido ejército del Gral. Pío Tristán, que lo doblaba en número.
El triunfo de Tucumán salvó a la Revolución. La osadía de enfrentar allí al enemigo cambió el curso de la Guerra por la Independencia, provocó la caída del Triunvirato, influyó en la convocatoria de la Soberana Asamblea General Constituyente del Año XIII, y posibilitó, meses después, un nuevo triunfo de Belgrano.
Lic. Ana Franceschini
Iglesia de los Buenos Aires, Gaona y Espinosa de la ciudad de Buenos Aires
Hoy es su día. Belgrano la nombró Generala del Ejercito del Norte.
Le entregó el bastón de mando, tras la victoria.
Mil gracias Ana. Gracias a tí aprendemos muchísimo de Historia. En esta Basílica me casé yo hace la módica suma de 48 años. Gracias Madre por protegernos tanto. Amén.
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