domingo, 7 de agosto de 2016

POEMA: Adriana Leiva: Refugio del silencio y la Palabra (Neuquén) AYUNO DEL ESPÍRITU




Señor,

no querés holocaustos ni sacrificios,

sin embargo esperas mi ayuno.

Ayuno de la arrogancia

que me hace creer

que todo lo puedo

cuando nada soy sin vos.

Ayuno de la avaricia

que me lleva a satisfacer

sólo mis necesidades y

acaparar todo.

Ayuno  de la tristeza

que me sumerge

en la profundidad del desconcierto

y me aleja de la alegría.

Ayuno de la murmuración

que hiere a mi hermano,

en su mente y en  su corazón.

Ayuno de la hipocresía

que me hace querer demostrar cosas que no soy.

Ayuno de la insolencia

que destruye la caridad en mi persona.

Ayuno de la intolerancia

hacia los que son diferentes y

hacia todo aquello que no entiendo.

Ayuno del rencor

de creer que algo es imperdonable

cuando Vos cada día perdonas una y otra vez.

Ayuno de los excesos,

que sólo me muestran mi propia carencia.

Ayuno de creer

que ya todo está hecho

y perderme la gracia

de encontrarte en cada nuevo desafío.

En fin, ayuno de todo aquello que hace mal

y en lugar de acercarme me aleja de vos.

Ayudame Señor  a ayunar de todo eso

y sentir que cada día mi espíritu se acerca más a vos.



Adriana Leiva

Refugio del silencio y la Palabra

Neuquen

Cuánta verdad en tu poema Adriana. Si todos ayunáramos de todo lo malo que hay en nosotros ¡Qué felices seríamos! Gracias.

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