viernes, 10 de junio de 2016

POEMA: Nelli Esther Vichich EL REGAZO DE LA MISERICORDIA

  El regazo de la Misericordia

¡Miseria humana, corazón de tierra,
camuflaje de libertad, desafío de muerte!
Domina el pecado a la inexperiencia,
y serpea la perfidia entre la gente.

Indolencia…egoísmo, no existe el nosotros.
Contactos fríos en la espiral de redes,
tan cerca y tan lejos; tan ricos… tan pobres.
Relegar la mirada, el encuentro, el consuelo…
¡Y vamos…! De olvido en olvido
junto a  la desdicha, desmembrándonos…

Corazón terrenal, humana miseria,
la justicia no alcanza para tanto duelo,
las lágrimas secas… por largas esperas.
También olvidamos ofrecernos disculpas
o agradecer la vida y sus contratiempos,
pues en ellos crecemos al rumiar silencios.

¡Creemos que todo merecemos, sin esfuerzos!
Confundidos, buscamos la felicidad en el tener,
sellamos el alma, vaciamos su esencia
que gime su inquietud por ausencia de paz, 
y rebosada en materia, sofocamos su ser…

Como un mendigo me acerco a tu Puerta
pues, compasivo, nos la dejaste abierta
para que entreguemos toda la miseria,
esa que construimos en el destierro del pecado
y que, como Pedro, arrepentidos y confiados,
acudamos al regazo de tu Misericordia.

No vengas solo, ven con tus hermanos;
ven con amigos o con enemigos…
Tú lo pediste de una y mil maneras…
Sólo la magnanimidad se hace pequeñita,
y la Sabiduría doblega, su omnipotencia,
para sanar, humilde, nuestra indigencia.

A través de esa herida cercenada por la lanza
derramaste misericordia al mundo entero.
Tú sabes que solos no podemos…
Nos Justificaste, entonces, con el Agua
y  nos infundiste tu gloriosa Vida interior
con la Sangre de tu Corazón paterno…
¡A través de esa llaga cercenada por amor! 

                           Nelli Esther Vichich
                                                               

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