Dios mismo la revela a
Santa Margarita María de Alacoque
Hace ya varios siglos
Jesús mostró a Santa Margarita María de Alacoque Su Sagrado
Corazón, y le enseñó la Devoción que debía propagarse por todo el
mundo. Como siempre sucede con las cosas de Dios, el pedido del Señor
se expandió hasta llegar a la devoción que hoy reconocemos. Es
indudable que Jesús dio un segundo paso en la misma dirección,
cuando entregó a Santa Faustina kowalska la devoción a la Divina
Misericordia, íntimamente relacionada al Sagrado Corazón de Jesús.
Muchas veces desconocemos
el origen de las devociones que practicamos, y ellas provienen de
devociones privadas que Dios mismo entrega a almas privilegiadas,
como Margarita María. Oremos para que el Sagrado Corazón de Jesús
aumente nuestra fe.
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