Cuando
perdemos a un ser amado sentimos una conmoción que nos nubla el
entendimiento, nos cuesta volver a encontrar la paz, a centrarnos
nuevamente en continuar la vida. En este
escrito se nos ayuda a comprender espiritualmente lo que nos ocurre,
para que volvamos a unirnos con Dios en una amistad que nos
restablezca la paz.
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