A MI PADRE
Un soneto con luces de alegría,
feliz por cada hijo que venía;
y un soneto hoy de paz y despedida
con dolor por el padre que se ha ido.
Paso a paso mi prisa se hizo lenta
y pude acompañar tu andar tranquilo,
turbados como dos sobrevivientes
entre la indiferencia de la gente.
¡Cómo lloro tu ausencia, padre mío!,
si cada amanecer me desafía
a comprobar que no estarás conmigo.
Cuando Dios nos reúna, nuevamente,
me darás una eterna bienvenida.
Junto a Cristo no habrá más despedidas.
María Graciela Romero Sosa
Mil Gracias amiga. Hermoso tu poema. Yo también lloro la ausencia del mío.
Sentido y profundo poema, al padre que ya no esta.! Me uno a tu pesar.!!!!!!
ResponderEliminarETEL