EL PASTORCITO
Y
dice el pastorcito: ¡Ay, ay desdichado de aquel
que
de mi amor ha hecho ausencia
y
no quiere gozar la mi presencia,
y
el pecho por su amor muy lastimado!
Un
pastorcico, solo, está apenado
ajeno
de placer y de contento,
y
en su pastora puesto el pensamiento
y
el pecho por amor muy lastimado.
No
llora por haberle amor llagado
que
no le pena verse así afligido
aunque
en el corazón está herido
más
llora por pensar que está olvidado.
Que
sólo de pensar que está olvidado
de
su bella pastora,
con
gran pena se dexa maltratar en tierra ajena,
el
pecho del amor muy lastimado.
Y
a cabo de un gran rato
se
ha encumbrado sobre un árbol,
do
abrió sus brazos bellos;
y
muerto se ha quedado asido dellos,
el
pecho del amor muy lastimado.
San Juan de la Cruz
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