¿Por qué es que hoy el gallo no te
despertó?
¿Qué al caso tu cuerpo ta triste mamita?
O ¿Será que tu pecho sufra algún dolor?
Con tus ojerotas y tu piel tan blanca, lueguito
me asustas,
ay mi buen amor, creo que tas enferma y el
miedo me tumba
si mi prieta linda sufre algún dolor.
Dímelo chatita ¿Lestogamo nfermo, ha sacao
el taco
por una infeición, o es que acaso juntos los
tales mareos
con tus ojerotas y hasta tu dolor, bian de
ser señales
pa tu probe negro, pa que el si oriente
sobre tu afliición,
ha de ser… ¡No digas! ¿Será que del cielo una
lucecita
en tu panza entró?
Y ora despacito ai se ta formando algún
chilpayate
que ha de ser mi amor creo mi chatita que
puede ser cierto
pues hace algún tiempo así le pasó a la
vaca pinta
del compadre Chon, que se puso nferma y
lueguito sanó,
teniendo un becerro lindo cual lucero
con sus grandes ojos, su fuerza y valor
Será que has de darme un hijo en tu
vientre,
sangre de mi sangre y amor de mi amor,
creo si asi juera chatita querida que tu
negro iría
mas antes chatita que me de el soponcio
re bien tempranito voy con el doitor,
que me diga pronto si en tu vientre amado
duerme un chilpayate, luz de mi razón,
Motivo de vida para este tu negro
¡Y sería mi hijo! Si acaso el Señor, de
allá,
de los cielos, nos regara al caso con su
bendición.
Yo creo chatita que habremos de darle si el
Señor permite
la libre elección, escuela de libros, con
desos maestros,
mas tambien su padre pondra una lección, le
diré al pequeño
que el campo es muy duro, y que con sus
manos el haría mejor,
algotras faenas que las de su padre,tal vez
juera maistro o acaso doitor
Pero si tendría como norma santa amar a la
tierra por obligación,
y los animales serian compañeros, siguiendo
el mandato de nuestro Señor,
mas dime chatita, si ahí en tu regazo, ya
duerme el chamaco
que será en el tiempo quien lleve la mano
de un viejo gruñon,
que sería su padre, su amigo y maestro, en
el bello mundo,
que Dios nos legó.
Eduardo Martínez Zendejas
En el presente poema he tratado de mostrar a vosotros la ternura y simple corazón que hay entre mis hermanos campesinos en este México, ojala sea de su agrado.
Muy lindo Eduardo. Creo que en todas partes del mundo los campesinos tienen la ternura que no tenemos los seres de la ciudad.
Vamos a dedicar este poema, con tu permiso, a todos los amigos que nos miran desde Méjico.
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