Señor, te amo y busco tu rostro
Tengo sed de Ti y quiero encontrarte
Me resulta
difícil, no se donde empezar
Eres tan grande, inmenso e infinito.
¿Donde buscarte, Señor?
A pesar de tu grandeza, de tu omnipotencia,
eres simple y humilde por eso
para estar con nosotros quisiste quedar
en el pan y en el vino y darte como alimento.
Así, te busco en las familias que sufren,
en la sencillez del pobre, en el amor de una madre,
en la candidez de un pequeño,
en la soledad de una abuela abandonada.
También, Señor te busco en los que están alegres,
en los esposos fieles que se aman,
porque en ellos también quieres estar.
Nos diste un gran mandamiento
Ámense los unos a los otros como yo los amo”
Yo te pido, Señor que vengas a todos nosotros,
el mundo te necesita, necesita conocerte
para aprender a amar, para entender
el sentido de la paz, la fraternidad,
para terminar las guerras que solo traen hambre,
dolor y odio. Envíanos tu Espíritu de Paz y Amor;
Ven, Señor Jesús.
Aída
Martha Castelan
Gracias Aída. Hermoso tu poema.
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