Un
25 de Enero,
San
Pablo se convirtió
al
Amor de los Amores,
nuestro
dueño el Gran Señor.
Cuando
leo sus escritos,
pienso
en mi vida pasada,
cuando
razonaba que:
En
la apariencia de vida,
aquel
que más poseía
era
el que mejor valía.
Así
como cambió San Pablo,
también
cambió mi visión.
Ahora
pensamos igual.
Este
mundo es pasajero
y la
vida se nos va
más
rápido de lo pensado
y
debemos apurarnos
a
incrementar nuestras obras
porque
es lo único que vale
en
la vida que Dios da.
San
Pablo, convertía y trabajaba
Y yo
lo tengo de ejemplo
y me tengo que apurar
a
multiplicar mis obras
antes
que no viva mas.
Elsa
Lorences de Llaneza
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