En la
noche que comienza
el
viento trae del río
una
frescura que amansa
algarrobos
y espinillos…
El
camino se hace dulce
aunque
los pies van dolidos,
cuesta
arriba está la casa
con su
farol encendido…
Cielo
azul, estrellas altas
y en el
campo adormecido
mil
luciérnagas palpitan,
cardos
de luz esparcidos…
Ternura
de cielo y campo,
noche,
silencio y estío...
Cuando
me abres la mirada
mi
corazón se hace niño...
Sobre
los campos serranos
y con
música de grillos,
hay
candilejas doradas,
una
lluvia de oro fino…
Con mis
pupilas cansadas
chispas
de gozo conquisto,
es el
campo un firmamento
de
luceros pequeñitos…
Y
retoza mi sonrisa
en el
cielo estremecido
que los
bichitos de luz
hasta
mi senda han traído…
Rosa en
Camino
Café
del Abrazo Literario
Córdoba presente por medio de Rosa en su primer trabajo. Gracias Rosa. Bendiciones.
Precioso poema,que comparto y felicito a la autora!!Describe la naturaleza y un campo iluminado, con toda la magia de la noche!! Damna..
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