Me
desperté entusiasmada
al alba
ese 6 de enero,
y
encontré que los tres Reyes
cumplieron
con mi deseo.
Con
sorpresa y alegría
mi
hermano y yo descubrimos
que en
los zapatos había
mucho
más de lo pedido.
Y fue
entonces que a mi madre
le
pregunté entristecida,
¿porqué
no a todos los chicos
da gozo
la Epifanía?
Por no
romper mi ilusión
que
celosa había guardado,
me
respondió dulcemente:
“No los
habrán esperado…”
¿Cómo
poder entender
que
siendo Santos y Magos,
todos
los años se olviden
de los
más desamparados?
Contaba
sólo seis años
y ya
empezaba a sentir
las
injusticias del mundo
que no
se pueden medir…
Mi
madre me consoló:
“Seremos
Reyes cada año
y
llevaremos regalos
a los
niños internados”
“Muñecas,
juegos de té,
soldados
, autos y aviones
encontrarán
nuevos dueños
entre
los pequeños pobres”.
Quiera
Dios, llegue algún día
en que
los tres Reyes Magos
visiten
a todo niño
aunque
no estén invitados.
MARÍA GRACIELA ROMERO SOSA
Bellísima esta Reflexión de María Graciela Romero Sosa que empieza a participar del Blog. Esta poeta nos hace reflexionar a nosotros, los que leemos este poema, que bien podríamos en este 6 de Enero hacer alguna obra de caridad a los niños de los hospitales o de los horfanatos ¿Qué tal si lo intentamos y me lo cuentan a Marga o a mí a nuestros e-mails que se encuentran en el Blog sobre la parte derecha en rojo?
Gracias María Graciela por engalanar este blog con tu poesía. Gracias a tu hermano Carlos por su atención.
Muy sentido tu poema y muy solidario Isabel Dumery
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