viernes, 8 de octubre de 2021

PUBLICACIÓN DE ELSA LORENCES DE LLANEZA: LA CONFIANZA TEMA DE LA REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL ALICANTE ESPAÑA SEPTIEMBRE 2021

 

LA CONFIANZA (VIVENCIAS)

Elsa Lorences de Llaneza
Argentina

  Cuando yo era chica, la palabra “Confianza” estaba grabada a fuego en nuestro ser. Era primordial. Los niños nos criábamos con ella grabada en nuestro corazón. Nuestros padres eran el soporte de nuestra vida espiritual y material. Sabíamos que nunca nos iban a fallar, que iban a querernos toda la vida. Nos inculcaban la honestidad y la confianza en los demás.

   Si nos pasaba algo en la calle, los padres nos enseñaban que nos teníamos que acercar al policía de la cuadra y pedir protección hasta que ellos vinieran a retirarnos. Cuando mi padre perdió el trabajo, con vergüenza, le pidió un préstamo a un amigo mientras conseguía otro trabajo. El amigo le dio lo que le pedía y más y no hubo papeles entre ellos, solo la confianza. El amigo sabía que mi padre se la iba a devolver, que no lo iba a defraudar.

Eran tiempos difíciles. Mi madre compraba fiado al almacenero. Don Francisco se lo anotaba en una libretita de tapas negras y a fin de mes mi madre iba y le pagaba. Entre los dos había esa confianza digna que se usaba en aquella época. Don Francisco sabía que mi mamá le iba a pagar puntualmente y mi mamá sabía que el almacenero le iba a cobrar lo que había gastado ni un centavo más. Esa era confianza verdadera. La que venía de nuestros ancestros, salvo algunas raras excepciones. Y como estos podría escribir miles de ejemplos.

   Ahora me pregunto: ¿Qué fue lo que pasó que esa confianza se terminó? Y yo lo recapitulo de esta manera: La primera causa, según mi ver, es la ruptura de la familia. Los chicos ya no tienen en quien confiar plenamente. El papá por un lado, la mamá por otro. Cada uno le explica, a su manera el  problema que tiene el niño. Si los padres no se comunican entre ellos esto todavía es más tremendo. ¿En quién confiar? El niño se cría como puede y ya desde pequeño pierde la confianza.

   No existen más los policías por las calles. Tienes miedo a todo el que se acerca ¿Quién es? ¿Qué intenciones tendrá? ¿Puedo confiar?

   Se crearon los bancos. Entonces se pensó: ¡Buenísimo tendré el dinero resguardado! Pero esos mismos bancos en el año 2001 se encargaron de romper esa confianza llevándose los ahorros de la gente.

   Y ahora ¿Cómo reponemos la confianza? A mí me cuesta. Cada vez veo más cosas que me hacen perderla.

   Bien dicen que la CONFIANZA se gana con mil actos y se pierde con un solo acto.

                                                                                    Elsa Lorences de Llaneza      

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