Inmaculado Corazón de María,
desbordante de amor glorificado,
a tu amparo nos sentimos cobijados
desde el alba hasta la noche cada
día.
Si hay dolor tenemos tu consuelo
que nos cura, nos libera y nos anima,
son tus pies a nuestro lado que
caminan
elevando nuestra alma en raudo vuelo.
Siempre atenta en las dificultades
presta a dar el buen consejo,
para salir del pozo y llegar lejos
nos das fuerza en las debilidades.
En tu puro corazón de Madre
cobijas a tus hijos con esmero,
estar entre los tuyos eso espero
y me lleves al encuentro con el
Padre.
El Espíritu de Dios te ha desposado
y el Hijo en tu seno encontró el nido
que abrigó su cuerpito tan querido
con tu canto se durmió acurrucado.
Llegada la hora de nacer el Niño
San José un pesebre ha preparado,
La Sagrada familia se ha formado
En torno a la pobreza y el cariño.
Con filial amor te agradecemos
María que intercedes con tus ruegos,
por los pobres, los ancianos, los
enfermos…..
te decimos, Madre nuestra ¡Te queremos!
Raquel Olay de Leanza
“Refugio del silencio y la Palabra”
Hermosa exaltación a María. Amén. Gracias Raquel Elsa Lorences.
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