Justicia
Si amaste fielmente y te dejaron
no busques venganza: no hará falta.
Un sino persigue al que no ama.
Lo toma, imprevisto, por asalto.
¿No pudo amarte? ¡No lo lamentes!
Si no sabe querer… ¡Pobre diablo!
¿No piensa más que en él? ¡Nunca ha amado!
No guardes odio. ¡Lástima tenle!
Estará durmiendo y de su sueño
lo despertará un puñal filoso,
sacudiéndolo de su reposo
e irguiéndolo, cobarde y pequeño.
No será de acero el cuchillo,
sino hecho de material más duro:
Será del descarnado y puro
amor que tú le diste ¡el mismo!
Sentirá cuánto lo hubiste amado
y aturdido, entre estupor y miedo,
pensará:
”¿Así? ¿Tanto me quisieron?
¿Le provoqué este ardor desesperado?”
Quizás lamente haberte dejado.
¿Clamará, dolido, por tu vuelta?
¿Pensará: “¡Tonto, no me di cuenta!”?
O no…¡Qué importa! No hace al caso.
Lo que vale es que durante algunos
minutos… segundos de agonía
sabrá que lo buscó la alegría
y la esquivó . . . porque no lo supo.
El hecho es, que más que una venganza,
tu deseo ha operado sin malicia.
La vida, a su modo, hace justicia
¡y es mucho mejor que la revancha!
Teresita de Antueno
Tal cual va a pasar Teresita. Lo que mandes al aire te caerá en la cabeza. Gracias por compartir. Elsa Lorences de Llaneza.
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