VIRGEN
DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS
La
visión de una capilla
emergida
en oración,
la
recibe de rodilla
sumergida
en plena unción.
Gladys
Motta, ama de casa,
una
sencilla mujer:
cuarto
grado, escuela escasa,
de
rezo, vivo deber.
El
año mil novecientos
con
su cifra ochenta y tres,
el
misterio y su momento
centra
en su casa, esta vez.
Veinticinco
de Septiembre,
la
fecha de aparición,
ella,
orando, como siempre,
primavera,
la estación.
El
pueblo, San Nicolás,
Rosario
del Paraná,
cuarto,
a solas, luz y paz,
Gladys
en plegaria está.
Una
presencia unge la hora
de
beatitud en bondad,
aparece
la Señora
y
revela su verdad.
Una
capilla le pide
para
su honor erigir,
ese
mandato decide
y
sale al mundo a cumplir.
Tras
la imagen entrevista
camina
y desea encontrar,
pide
a Jesús que la asista
por
los templos del lugar.
En
San Nicolás de Bari
la
detiene una visión,
esa
Señora aguarda a Gladys
le
dicta su corazón.
Allí,
consuma el corolario,
altillo
de la Catedral,
está
la Virgen del Rosario
y
su cita celestial.
A
la imagen le faltaba
la
mano derecha, allí,
y
el Rosario ya no estaba:
cuando
la halló, era así.
A
la Virgen reconoce
y
es testigo a su favor,
será
su mariano goce
y
epífanía de Amor.
Un
rayo de luz indica
el
enclave de su altar,
la
ciencia del cielo explica
el
punto exacto del obrar.
El
sitio, llamado El Campito,
donde
el Santuario estará,
por
el designio ya escrito:
“ribera
del Paraná”.
Pide
el cuño de medalla
que
sus fieles llevarán,
y
en la terrestre batalla
a
su poder confiarán.
Imagen
bella entre bellas,
Ella
y su Maternidad,
Corona
de Siete Estrellas
y
La Santa Trinidad.
Bosco
Ortega
Reproducción
autorizada
Bosco: Tan exacto todo lo que cuentas de la aparición de la Madre a orillas del Paraná. Me emociona. Ilustré tu poema con una imagen de lo que ahora es su Iglesia donde hoy 25 de Setiembre han de haber peregrinado miles de miles de creyentes. Mi homenaje de hoy a la Virgen es darla a conocer por medio de las redes. Gracias por ayudarme amigo. Bendiciones. Elsa.
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