TALLER
DE MEMORIA
EL
AMOR
El Jueves 22 de Agosto, en nuestro taller de
memoria, nuestro compañero Gabriel (nombre de ángel) puso sobre el tapete una
amena discusión sobre la palabra Amor. Fue tan fructífero el debate que Gladys,
nuestra coordinadora, nos pidió que para el próximo jueves, escribiéramos que
significaba esa palabra para cada uno de nosotros.
Llegué preocupada a casa. Para mí es tan
amplia la simbología de la palabra Amor que no tenía por dónde empezar.
Entonces consulté al diccionario. Había
varias acepciones pero todas hablaban
del amor correspondido. Sentimientos hacia otras personas procurando la comunicación para intimar, convivir
y crear juntos. Esto no me convenció dado que hablaba de un Amor de pareja y
para mí eso es una parte pero no la totalidad de lo que yo siento que es el
Amor.
Recordé entonces haber escuchado en varias
bodas leer lo que era el Amor para San
Pablo, Santo de la Religión Católica y lo encontré en la Biblia del Pueblo de
Dios en la página 1651 en CORINTIOS 13-12.
Lo
leí y sentí que eso era lo que yo sentía. Dice así:
La
preeminencia del Amor:
Aunque yo hablara todas las lenguas de los
hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o
un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos
los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar
montañas, si no tengo Amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes
para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo Amor,
no me sirve para nada.
El Amor es paciente, es servicial; el Amor no
es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca
su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se
alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El Amor todo lo
disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El Amor no pasará jamás. …………………………………………….
En
una palabra: ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el Amor, pero la
más grande de todas es el Amor.
Cuando terminé de leerlo me quedé pensando:
Sí, claro, este es el verdadero Amor para mí. El más completo. El verdadero. Y
ahí caí en la cuenta de cuánto Amor me falta ponerle a la vida. ¡Y yo que creía
que lo ponía todo!!!
Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar
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