COPLAS AL BEATO CEFERINO
NAMUNCURÁ
De
raza de bronce
nació
Ceferino,
su
estirpe bravía
dio
piedras y un lirio.
Llevaba
la fe
en el
nombre escrita;
llevaba
el sendero
a la Nueva Vida.
Formaron
su temple
padres
salesianos,
desde
la Palabra,
él
quiso imitarlos.
Y rió
en el desierto
y
lloró ante el Papa…
sus
cartas bien hablan
de
amores sagrados.
¡Qué
ideal misionero
de
evangelizar,
como
oro de un príncipe
para
regalar.
Aceptó
el camino
por
Dios preparado
y
llegó a la Gloria
Un 11
de mayo.
MARÍA
GRACIELA ROMERO SOSA
Mil gracias María Graciela. Un hermoso homenaje a Ceferino.
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