ECLIPSE DE SOL
AÑO1930
Jugaron a los novios
la luna y el sol;
el novio madrugaba
pero la novia no;
oscurita la tarde
le daba por salir,
justito cuando él
ya se iba a dormir.
De este modo las cosas
marchaban siempre mal;
palomas con mensajes
volaban de aquí allá;
"amor correspondido
por medio de papel
no es amor duradero"
siempre escribía él;
y ella le respondía en
este diapasón:
"¡Oh, sol, es todo tuyo,
tuyo mi corazón .....
amor que no se encuentra
también es grande amor,
quizá el amor más grande
es el que ofrezco yo!"
Pero, entonces, un ángel
hizo de mediador
y volando, volando
fue al palacio del sol.
Hablaron en secreto
cosas que ignoro yo;
luego volvió otra vez
y a la luna llegó;
le habló quedo al oído
y le habló al corazón.
La luna le decía:
"Despacito por Dios...
que no oigan las estrellas
lo que me dice el sol..."
y escuchaba sonriente
rosada de emoción.
Después, al otro día
sucedió, sucedió,
que media hora juntos
estuvieron los dos
diciéndose bajito
lindas frases de amor.
La gente los miraba
(qué curiosa es la gente)
detrás de un vidrio ahumado
como detrás de un lente.
Yo creo que a los novios
la cosa les gustó.
Ya no precisan ángel
que los arregle, no,
porque, de cuando en cuando,
-es la pura verdad-
se dan cita allá arriba
cuando las estrellitas
en el cielo no están.
Esta es la linda historia
de la luna y el sol,
se citan allá arriba
para hablarse de amor.
Hombres que saben mucho,
más que tú, y más que yo,
dan el llamar eclipses
a estas cosas del sol;
mas yo, que al ser poeta
me trato con los dos,
les llamo a los eclipses,
amor de luna y sol.
Autor Anónimo.
Copiado del libro.
Poesías y Leyendas para los niños Año 1930
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