MICRORRELATO FANTÁSTICO
A
María del Carmen Villaverde,
hacedora de sueños…
Y, en especial, a la querida colega
Elsa Lorences de Llaneza, militante
de verdades y esperanzas.
Las aguas blancas de la luna corren densas por la colina ensombrecida.
Ríos de estrellas serpentean por ella su descenso, en tanto el niño corre. Un
niño verde (como todos), de cara y de pies verdes, de cuerpo verde escondido en
la túnica leve que lo envuelve sin color.
El
niño no es el río, pero corre y serpentea como las aguas de la luna y el
torrente de estrellas que sacude el valle casi desierto. El roquedal se eriza
por el eco destemplado del niño de diamante que jadea y gime por su madre. La
noche se angosta en cada sendero y la atmósfera se espesa en cada hueco
agazapado.
El
pastorcito tiene miedo de esa noche especial. De nada vale la larga (a pesar de
su edad) experiencia acumulada en las quebradas de su tierra.
Los duendes del fogón han llegado. Rayando el cielo negro con humo de
espanto y bocarrón de fuego.
Gimen las ovejas de tres patas abandonadas al embrujo.
No
habrá bufandas el próximo invierno.
Una bandera y un cohete se plantan y arrellanan por fin tras las piedras
herrumbradas, como simientes de espera. Comienza el ciclo irreversible de lo
incierto.
Después de consolar a su hijo, Mauanna,
muerde su cola en gesto penitente, mientras piensa que, éste, ha dejado de ser
el mejor de los mundos...
Adrián Néstor Escudero
Santa Fe
Querido Adrián: Un género Literario que le estaba haciendo falta al Blog. Mil gracias amigo por engalanarlo de esta manera. Dios bendiga y acreciente tus dones. Mil gracias por tu dedicatoria. Elsa.
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