PALABRAS DE JUAN PABLO II (según la visión de Elsa Lorences de Llaneza)
Viedma 1987. Nos visitaba Juan Pablo II y
nos decía:
“Nadie se sienta tranquilo mientras haya en
vuestra Patria un hombre, una mujer, un niño, un anciano, un enfermo ¡Un hijo
de Dios!, cuya dignidad humana y cristiana no sea respetada y amada!”
Señor: ¡Es que somos completamente sordos y
en 30 años no hemos podido entender lo que nos dijo en aquel momento el Santo
Padre!. Es que cada vez estamos peor.
Los hombres luchan por no perder sus
empleos y aquellos que lo tienen no les alcanza para vivir. Es por eso que las
mujeres salen a trabajar y dejan a sus hijos solos, muchas veces expuestos a
las malas compañías y a la droga.
Los niños viven en la calle pidiendo
limosna, siendo vendidos para trabajar en la prostitución. Los que tienen la
suerte de concurrir a una escuela, tropiezan con una malísima educación y paros
permanentes que atrasan sus estudios. Los ancianos que no tienen familia, con
sus jubilaciones, no llegan a fin de mes y pasan hambre y frío. Los enfermos
¡Pobres enfermos!, aquellos que no tienen cobertura social y van a parar a un
hospital, si bien cuentan con los mejores doctores, no tienen remedios, ni
sábanas, ni insumos médicos y los turnos para ser atendidos, tardan de 2 a 3
meses.
El odio en las calles, las muertes, los
secuestros y los robos son permanentes y el miedo se ha hecho moneda corriente
entre los que vivimos en este país.
¡Oh!, nuestro querido Juan Pablo: Tú que
luchaste por la Paz y dejaste tu vida por ella, viajando por todas partes
llevando el mensaje de Jesús de Amor hacia todos los seres del mundo, te pido
que desde nuestra otra casa, donde te encuentras con Jesús, José y María,
intercedas ante ellos para que en este país bendito, donde el Señor puso su
mano, podamos tener buenos gobernantes, para que los deseos que nos dejaste en
1987, se vayan cumpliendo, aunque sea despaciosamente y que en algún momento,
nuestro pueblo sea respetado y amado como se merece.
Gracias. AMÉN
Elsa Lorences de
Llaneza
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