ALMA DE NIÑO
Conocí a un poeta, tenía alma de niño, con
sus ojos dulces
y sus manos suaves, y el mágico encanto de
su desaliño;
estaba en el mundo tal vez por descuido y
nunca,
nuca el fue consciente, de la mala entraña
que sufre la gente.
Y creyó que el mundo era bueno en sí, con
todas las cosas,
y los sinsabores que aquí hay que vivir, de
la farsa humana
el nunca opinaba, tan solo decía que el
hombre es su hermano,
y para ofenderlo, mejor nunca hablaba.
Del Dios de los cielos, siempre yo le oía que
era su motivo,
su fin para el tiempo, su motor y guía
y su paz en la vida.
¿Mujeres? ¡No tuvo! su mundo de éter alejado
estaba
del mundano juego del amor consciente.
El siempre decía que el creador del cielo, cuando
quiso hacer
un ser que guardara dones exquisitos de
fuerza y saber,
no lo pensó mucho, tomó mil materias, y en
un leve esfuerzo,
creo a la mujer.
Con sus blancas manos colocó en su pecho el
amor sin par,
su boca fue dadadel jardín del cielo,
cuando al ir pensando
el Señor tropieza con rojo rosal, y
cortando una rosa,
la más tierna y bella, feliz se la da.
Y así lentamente fue llevando a cabo su
obra final,
y hoy el resultado alentando va a todos los
hombres,
que
algún día se cansan y así su esperanza se pierde en la nada
quedando sin paz, de este duro trance, solo
una mujer los podía sacar.
Este fue mi amigo, pensador sonriente con
cara de niño,
como buena gente, pupilas tan claras que
nada escondían
pues su alma era limpia, tal como su vida; y
fue una tarde simple,
que en paz y alegría mi amigo el poeta
partió con el tiempo,
con una maleta de papeles viejos, de
recuerdos plenos y de tantos anhelos.
Se fue rumbo al cielo, a seguir escribiendo
sus poemas viejos,
sus recuerdos caros y sus sueños, si, sus
sueños ajenos.
Hoy solo nos queda acaso entender camino
tan limpio
y hacer de sus poemas la vida y la norma, donde
han de moldearse
aquellos que un día deban ser adultos con
hijo y mujer.
Y nuestro poeta en su cielo claro,
con su cara dulce y sus ojos de niño,
tal vez volvería al cielo estrellado
donde alguna tarde, tuvo a bien nacer.
Eduardo Martínez Zendejas
Excelente Eduardo. Te felicito por tus éxitos en Facebook en ElsaMarga
No hay comentarios:
Publicar un comentario