VERDUGO AMOR
Y de pronto el amor, ¡Confuso cielo!
vena de inspiración para mi anhelo,
laberinto sin fin de la razón,
el, se presenta en vestiduras blancas,
y con ternura te abraza el corazón.
Mas a momentos, tan cruel como un verdugo,
con sangre frías nos hiere en sin razón,
y así voy confundido por el tiempo
caminando por veredas de mi ensueño,
sin saber la verdad, con gran dolor.
¿Cuál amor ha de ser el verdadero?
¿El que sin ver inspira una canción?
¿El que te dicta a la letra algún poema?
¿O será el que te daña y te envenena
cuando te muerde en el alma y la razón?
¿El será acaso el verdugo aventurero
que con mil dardos te flagela el corazón?
o puede ser, a momentos así creo
aquel que siempre frágil y en el más tenue
son,
te otorga la ternura en el desvelo
cuando en tu pecho nace, una canción.
Todo tu sentimiento y tus anhelos,
toda tu fantasía y tu razón,
y esas tus esperanzas más ajenas,
funden las dos figuras del amor
en una sola y majestuosa esencia,
que te da vida, y que te mata en el dolor.
Que te condena a sufrir la lejanía,
o te obnubila con la dicha de algún hoy,
y viene un beso, mensajero mudo,
del más hermoso, del verdugo amor.
Eduardo Martínez Zendejas.
Hermoso Eduardo. Como siempre. Dios te bendiga.
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