Un 11 de mayo de 1813, la Soberana Asamblea General Constituyente aprueba por aclamación el Himno Nacional.
La letra pertenece a Vicente López y Planes (1785-1856) y la música al compositor, director de orquesta y organista español Blas Parera (1776-1840) fue originalmente denominada Marcha patriótica, luego Canción patriótica nacional, y posteriormente Canción patriótica. Una copia manuscrita por el propio autor en 1847, la llamó "Himno Nacional Argentino", nombre que ha conservado hasta la actualidad.
La versión original del Himno dura 20 minutos. Hoy sólo escuchamos o cantamos una versión abreviada de 3 minutos.
El 14 de mayo de 1813, en la casa de María Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo de Thompson ( Mariquita) se cantó por primera vez. Se estima que la obra fue presentada oficialmente el día 25 de mayo de 1813 ya que el día 28 de mayo se cantó en el teatro durante una función patriótica.
En 1817, un diplomático estadounidense, Henry M. Brackenridge, fue testigo de la extraordinaria difusión que había tenido en el pueblo rioplatense la canción patriótica. Brackenridge, en su libro Voyage to South America (Viaje a Sud América), publicado en Baltimore en 1819, dice:“Por la tarde, nuestros compañeros, después de beber un vaso de algo estimulante, rompieron con una de sus canciones nacionales, que cantaron con entusiasmo como nosotros entonaríamos nuestro ‘Hail Columbia!’. Me uní a ellos en el fondo de mi corazón, aunque incapaz de tomar parte en el concierto con mi voz. La música era algo lenta, aunque audaz y expresiva... este himno, me dijeron, había sido compuesto por un abogado llamado López, ahora miembro del Congreso, y que era universalmente cantado en todas las provincias de El Plata, así en los campamentos de Artigas, como en las calles de Buenos Aires; y que se enseña en las escuelas como parte de la esencia de la educación de la juventud...”.
La música recibió pequeños cambios en 1860, cuando Juan Pedro Esnaola basándose en anotaciones manuscritas del Parera, los incorporó. La letra, marcadamente independentista y antiespañola, fue “cercenada” en 1900 por un decreto del Poder Ejecutivo que establecía: “Artículo 1°. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813”.
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