Intimar con la vida
es pensar en presente,
aunque las fricciones
sean arduo derrotero
de un largo peregrinar.
La exacta parte de
toda una existencia,
es infinita galería
de diáfanos aires
con colores del hoy.
Usando el albedrío
que nos dio el Señor,
ser alguien sin ataduras
con respiración sonora
flotando en libertad.
¿Cómo lograr
tan feliz identidad?
Dejando la angostura
de los desfiladeros,
y abrazando el esplendor
de la sombra redentora
de Jesucristo, nuestro Dios.
Miguel Ángel Migliarini
San Nicolás de los Arroyos, 16 de setiembre del 2015.-
Gracias, Gracias, Gracias mi queridísimo amigo. Dios te bendiga hoy y siempre.
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