Palomita que sin miedo vas en busca de alimento
mezclándote entre la gente con tu urgente menester
¿dónde has dejado tu nido, el árbol que has elegido
para procrear tu especie y cuidar de tus hijitos?
¿dónde dejaste tus sueños, tu hábitat, tu silencio
internándote en el ruido incesante de este infierno...
ignorada por los hombres, perseguida por los niños
qué instinto hace que te quedes atando aquí tu destino?
Tal vez, palomita inquieta, Dios te pone en mi camino
para que siga creyendo que aún es posible la Paz
entre tanta indiferencia y en medio del egoísmo
y brindarme la certeza de que en medio de esta jungla
hay corazones que aman y que siembran la bondad.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén) mirtapieiro@hotmail.com
Gracias Susana. Hermoso. Yo creo que hay corazones que siembran la bondad y el amor. Gracias a ellos nos sostenemos. Bendiciones Elsa
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