Él, bondadoso se detiene
y nos habla como hijos,
herederos del Espíritu
a través de Jesucristo.
Él, se manifiesta compasivo
y es la sacra impronta
de sabiduría inefable,
espléndida de luz.
Él, legislador y maestro
llega con su elocuente voz
a cada uno de nosotros,
y nos da su inmenso amor.
Él, magnificencia y gloria
de omnipotencia inexpresable,
es quien siembra justicia
dando espigas de gracia y salvación.
Quién así lo entienda
no vivirá confundido,
encontrando a Dios y en ÉL
la auténtica alegría
que desde lo alto llega,
a nuestro pobre corazón.
Miguel Ángel Migliarini
San Nicolás de los Arroyos, mayo del 2015
Mil gracias Miguel Ángel. Muy bello.
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