¡Señor, tu eres mi
horizonte,
mi brújula y mi
camino!
Padre, Hijo,
Espíritu Santo,
bendita y santísima
trinidad,
cúbreme con tu
infinita bondad.
¡Tened piedad y
misericordia de mi,
dadme paciencia y
serenidad!
Luz, causa de toda
alegría,
razón de existir,
sentido de vida,
plenitud y
consumación.
¡Te suplico por mi
salud
que como árbol
azotado padezco!
Haciéndose tu
voluntad
se que en Ti
hallaré
la paz y el
consuelo.
¡Loado seas fuego
de amor
río caudaloso de
felicidad!
Soplo de vida,
espíritu e inspiración
dadme plenitud de
fe
y bendice por
siempre mi alma.
Amén
Miguel Ángel
Migliarini.
San Nicolás de los
Arroyos, 4 de marzo del 2015.-
Hermoso como siempre tu poema Miguel: La Santísima Trinidad te escuche. AMÉN
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