SEMANA SANTA 2015
Comenzamos la semana en que rememoramos la
Entrega, Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesús el Cristo.
Días propicios para ofrecernos enteramente a
la obra redentora de Dios, dador de Vida Eterna. Para lograrlolo existe un
simple pero costoso camino: debemos renunciar a las banalidades y al bullicio
que tanto nos atrapan para poder sumergirnos piadosamente en el silencio
porque…
El silencio persuade.
Es ese espacio donde los duendes se calman.
Es el momento en que el alba decreta poner
fin
al insomnio que angustia, al deseo que ata.
El silencio es el paño tibio del descanso.
Reposo del espíritu, quietud de los sentidos.
Palpitar calmo de un corazón cansado,
exhausto del combate entre sueños y sombras.
El silencio es misterio.
Encuentro con el Padre hacedor del milagro,
hallazgo de uno mismo renunciando a egoísmos
libremente eligiendo su destino de hijo.
El silencio redime,
templa al ser que se expone al fuego santo de su
fragua.
El silencio persuade al alma que, en sus llagas,
descubre que es Dios mismo quien, en silencio,
sana.
María de las Mercedes-
Chascomús, marzo 2015
Mil Gracias María de las Mercedes. Te deseamos una muy buena, hermosa y santa Pascua.
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