Los ríos de la vida
son como golondrinas
viajando por el cielo,
dibujando sensaciones
de estrellas sutiles
y armonías de amor.
En todos los paisajes
celebremos ¡cuánto
nos regala el Señor!
Rumores de árboles
filtrados por el viento,
caricias y expresión.
La luz, la llovizna,
la música, el silencio,
los sentidos, el rocío,
la fertilidad, la cosecha,
arco iris mensajero
de angélica bendición.
Y si nos toca superar dolores
no bajemos los brazos,
confiemos en Dios
que perfuma nuestra alma
con campanadas cósmicas
de infinita compasión.
El Espíritu Santo
como un alfarero
moldea nuestro ser,
nos aconseja con sabiduría,
nos instruye,
nos guarda,
nos muestra el camino
de la salvación...
Miguel Ángel Migliarini
San Nicolás de los Arroyos, 8 de marzo del 2015
Gracias Miguel. Cada día escribes mejor. Bendiciones
No hay comentarios:
Publicar un comentario