Qué distinto sería nuestro mundo
si tan solo nos tratáramos mejor,
si aceptáramos ponernos un instante
en el lugar de nuestro opositor...
si dialogáramos en serio y con respeto
no queriendo imponer nuestra verdad,
con la mente serena y el corazón abierto
integrando cada modo de mirar...
si aceptáramos en paz y humildemente
que podamos estar en un error
y buscando lo mejor para todos
nos animáramos a pedir perdón...
¡Qué diferentes serían nuestras vidas,
cuánta riqueza habría en cada relación,
respiraríamos la dicha como el aire
y sanaría nuestro ser con tanto amor!
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
mirtapieiro@hotmail.com
Hermoso Susana. Ojalá fuera así. Gracias.
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