Vino de lejanos lares,
Francisco del Nuevo Mundo,
un hombre, allende los mares,
desde el planeta profundo.
Alguien más cerca del polo,
del confín austral del mapa,
que no llegó a Roma solo
para ser del orbe un Papa.
Viene de América Madre,
de la distante Argentina,
hijo de la Patria Grande,
del Río Bravo a Malvinas.
Lleva a los pueblos primeros
y aquel Colón del destino,
la gesta de los pioneros
y la misión del Camino.
El abrazo de naciones
y una herencia compartida,
lengua y sangre, como dones,
de su tierra prometida.
A los pobres, el llamado,
paz y equidad, entre hermanos,
de un Jesús fraternizado
en diversos y cristianos.
Signo de Dios, providencia,
bajo su cósmico imperio,
siglos de rezo y paciencia
para el tiempo del misterio.
República Argentina – bosquinortega007@gmail.com
Gracias Bosquin. Un hermoso poema para un maravilloso Papa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario