En
otras huellas y en otras olas,
toma
la estrella del gran Loyola:
desnuda
y pura, aguda y dura
que
lleva a Jesús.
A
Oriente parte su primavera,
alma
estandarte y misionera:
nunca
naufraga, las cinco llagas,
su
rosa de cruz.
Arder
en todo, causa de lumbre,
enciende
el lodo, fuego en la cumbre:
la
carne inmola y prueba sola
la fiebre de Luz.
Francisco
Javier, tributa dolor
de
llaga y deber al Verbo de Amor:
Sangre
y Cordero, hombre y madero,
mártir por Jesús.
Bosco Ortega
Gracias Bosco por tu poesía. Mi hijo se llama Javier, así que hoy es su Santo. Dios te bendiga.
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