Dos piecitos inquietos
esperan salir al mundo,
para transitar la vida
andando los cuatro
rumbos.
Dos piecitos y un
proyecto
que Dios tiene preparado,
para que ellos lo
realicen
su gracia le ha regalado.
Dos piecitos que en
nombre
de un derecho
el suyo le han quitado,
trunca quedó su vida,
el derecho más sagrado.
Dos piecitos inocentes
que nunca hicieron daño,
pagaron tan alto precio
por lo que otros pecaron.
Dos piecitos indefensos
fueron vilmente atacados,
iban en busca de amor
y encontraron un cadalso.
Dos piecitos pequeñitos
con sangre están manchados,
para que no sufran más
la Virgen los ha besado.
Dos piecitos que ese día
en alas se transformaron,
para volar hasta el cielo,
con Jesús están jugando.
Tan santos son los piecitos
que a sus verdugos perdonaron,
y van rogando por ellos
para que sean salvados.
Raquel Olay de Leanza
Agosto 2012
“Refugio del silencio y la Palabra”.
Mil gracias Raquel, Muy hermos tu poema.
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