Querido San José, padre buenísimo
que con tus fuertes brazos cobijaste
a tu mujer María y a su Niño,
cuida también con especial cariño
mi frágil vida y la de quienes amo
y a todo el que en tí busca protección y cuidado.
Varón de Dios, de fe inquebrantable
paciente corazón ante dificultades,
que supiste aceptar la voluntad divina
en el silencio de tu alma amante;
enséñame a callar en las adversidades
y en medio del dolor ayúdame a encontrarle.
Que sepa como tú, amarle y silenciarme
no hacer ya más preguntas,
confiar y a El entregarme
construyendo a diario mi casa sobre roca,
afirmada en Jesús, mi Piedra Salvadora
y al fin oir Su Voz que abraza y enamora.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
mirtapieiro@hotmail.com
Gracias por tu colaboración Susana.
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